Alberto Carpio |
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Llueve en la regia Viena |
y mi café está austriaco, y siento miedo pero estoy contento y parece que el mundo esté gastado como un abrigo viejo, con esa mezcla de ternura y pérdida que sólo tiene el tiempo en la distancia. Las palabras ajenas convierten mi café en un amargo ensueño y todo es diferente desde su semejanza. Llueve en la regia Viena y mi café está austriaco, hasta las cosas simples y menudas se hacen extrañas en la soledad y los velados signos se encienden candorosos . |
Another time has other lives to live Auden Lisboa prometía poemas de Pessoa, encantos de otro tiempo, niebla y sueños, Lisboa prometía. Pero qué haremos en el mundo ahora que es tan real Lisboa que están sucias sus calles, ahora que ya es tan real Lisboa que Pessoa es un trozo de metal. No hay más, es todo, la llanura infinita nos atrapa. El destello en la noche sólo era eso, tanto como eso. Lisboa estará siempre muy lejos de Lisboa. |
Para otros el verano reservaba la tierna abolición de la inocencia, todo el candor y las sonrisas del primer esplendor sobre la yerba, amaneceres jubilosos a las salidas de las discotecas. A nosotros agosto nos dejaba la triste suerte de querer ser poetas, un frío Monasterio y las desdichas de la Generación de los cincuenta. ¿Recuerdas aquel bar, aquella noche? Fue la última y luego la primera, tu amiga puso nombre a aquel instante con un verso de Jaime Gil de Biedma. Luego, en el saloncito, el tiempo ya no quiso seguir fuera y se impuso atroz la despedida porque siempre se impone la conciencia. Como un cuadro cuelgo hoy aquel recuerdo entre las ruinas de mi inteligencia. |