ALONSO VERDUGO CASTILLA |
ÍNDICE |
A nuestra Señora de la Aurora |
Ya del eterno Sol, divina Aurora,
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Si en la hebrea
hermosura que desdora
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Al fuerte patriarca la primera Raquel a larga senectud redujo; al victorioso Alfonso, torpe indujo la segunda a manchar su gloria entera.
La mental, la canora, la tercera, al grande Ulloa duros hados trujo. ¡Oh hermosura nociva, cuyo influjo fatal aun en las copias persevera!
Mas ya de la beldad el hado infausto vence un ímpetu sacro y soberano que en nueva copia el nombre antiguo emplea.
Jacob descanse, Alfonso viva casto, Ulloa se asegure; Altamirano lo enmienda todo, haciendo a Raquel fea.
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