Mi amante
Desnuda,
mi funesta amante
de piel vencida y casta como deshabitada,
sacudes sobre el lecho voces
y ternuras contrarias a mis manos,
y un crep㵬o escucho entre tu cuerpo
cuando al caer en ti agonizo
en un nacer marchito, sin el duelo
comparable al temor de tu agon�
Contigo transparento la
ca�
de un alud o huracᮠde rosas:
suspiros de manzanas en tumulto
dici鮤ome que el hombre estᠶencido,
confuso en amarguras y vac� miradas.
En ti respondo al mundo, y en tu cuerpo
respiro ese sabor de los sepulcros;
una noche no mᳬ y tu mirada
persiste, implora y vence entre mis ojos,
decidida a una lucha prolongada
donde el recuerdo se convierte
en esa a鲥a languidez del pensamiento,
como materia de tus ojos mismos.
Lloras a veces arrojando
f墲es aguas de perfume ciego,
como si desprendida de una antigua idea
vinieras hasta m�tan clara
como un ᮧel dormido en el espacio,
a dejar evidencia, luz y vida;
y en tus l᧲imas miro surgir tu suave piel
como si en ellas prolongaras
o hicieras m᳠probable tu existencia,
derramando el aroma de tu suebr>
sobre esta soledad de tu desnudo.
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