Andrés Sánchez Robayna |
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Sentidos de sol |
En el silencio brotes de claridad se dilapidan Crujen los ramajes inciertos Mediodía abierto hacia el no ser Te miro ahora aquí bajo la lentitud de este clima de inexistencia Existimos sobre el calmo desierto La lentitud del aire llama a pájaros silentes Somos un único rumor de pasos y de miradas Agosto llama al sol sobre estos médanos Claman ahora en su vacío los golpes de la luz alrededor de un espacio de nada. |
Gira el polvo impalpable visión de un sol abierto bajo dunas y el mar ya no existe.
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Y allá otro espejo y otro mar La luz está en el sordo miraje Agua adentro el aire expande mundos Los ojos ya no son más que agua que refleja otro mar frente al mar sin gaviotas. I Ante el mar estival el azul y la rama de agosto -teatros ardientes-; entre las huellas de la duna, sobre el viejo escenario de antiguos cuerpos y voces, ante el filoso tejido de rocas quemadas, tus brazos entregan el pulso y la raíz que esta tierra ofrece a la más honda ventisca de la hora de agosto, cuando tu cuerpo tiene la misma ligereza de frescas sombras sobre el sonido del mar. II Dos o tres rocas en el mar de las islas. Son los signos, los médanos; el vacío de una y otra rama al sol; espacio del cuerpo y la roca, espacio del sol fijo entre la ola antigua. Una rama, el sol, vacío; la mente tiene ahora la ligereza de las nubes. PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SOBRE EL MAR
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