Poemas
anónimos 

(finales XIX-principios XX)

 

 

Sin cuidado

Dinero, dinero

Para alegrar nuestra vida

Adiós, Lucero de mis noches

Yo te diré

SIN CUIDADO

Según calcula un diario

 que en pronosticar se emplea,

ocho años conservadores

el destino nos reserva.

En otro tiempo, el espanto

sembrado hubiese el profeta

que del monstruo  y sus parciales

nos anunciase la vuelta.            

Mas hoy, el terrible augurio

se lee con la indiferencia

del que hallándose calado,

oye decir que gotea.

Ahora gracias a esta gente

 liberal que nos gobierna,

no hay un mal desconocido

ni nuevo que nos sorprenda.

Le debemos a Sagasta

 poder, con calma completa,

esperar lo que viniere

sin que nos coja de nuevas.

Bien puede estar orgulloso

y decir donde convenga,

que un conservador no existe

 que a superarle se atreva.

Si alguien fuera tan osado,

abra los ojos y vea

de la escuela canovista

 perfeccionado el sistema.

Dígame si más que ahora

 han existido en su época

jornaleros en ayunas,

frailes con la panza llena,

escritores procesados,

bandidos en la opulencia,

fortunas improvisadas,

ni fincas del Fisco presa.

Dígame si aun siendo célebre,

la moralidad aquella

no se ha quedado en mantillas

al compararse con ésta.

Si antes hubo distracciones

hoy que distraer no queda,

y aún tiene cuartos la luna,

sólo porque no está cerca.

Si antes hubo provechosas

 mudanzas y inconsecuencias,

ahora con la apostasía

a las claras se comercia.

Nada, tocante a estas cosas,

 pueden traer los que vengan,

que hoy el país no disfrute

y a la fusión no le deba.

Por eso tan sin cuidado

oye decir que le esperan

ocho años de canovismo,

y hasta casi lo desea:

que es como el que está calado

y no le importa que llueva,

más bien porque aclare pronto,

 ansía oír la tormenta.

Descargue, pues, cuando guste,

aunque el diluvio parezca,

a ver si tras el diluvio

más puro el cielo se muestra.

ir al índice

DINERO, DINERO

Como en toda casa pobre

que se nutre de palabras,

sólo se habla de ... dinero

en esta mísera España.

¡Con qué garbo los millones

de una boca a otra pasan,

sin que ni por un minuto

se detengan en las arca!

Todos hablan de gastar

porque dicen que el que gasta

con dar pruebas de ser rico

tiene lo que le hace falta.

¡Oh principio salvador!. .. ,

salvador porque es la tabla

 en que del feroz naufragio

no pocos sueldos se salvan.

¡Qué grandes economistas

produce la noble España!

¡ Qué talentos tan deshechos!

¡Qué riquezas de ... esperanzas!

¡Es raro a fe que con tantos

 economistas de fama

no sean las economías

cosa mejor en España.

¿Pero quién se ocupa de eso?

Callemos, la Ciencia habla.

Economista es aquel

que en menos tiempo más gasta.

El quid de la cosa está

en que dé vueltas la plata

de modo que vuelva siempre

al punto de donde parta.

ir al índice

 

PARA ALEGRAR NUESTRA VIDA

 Para alegrar nuestra vida

con sus goces impensados,

 se inauguró en la Florida

la Exposición de ganados.

Hay curiosos ejemplares

 de las razas diferentes,

y soberbios avatares

de personas eminentes ...

Mas yo, por razones críticas

 que aquí daré de barato,

viendo a las gentes políticas

prefiero pasar el rato...

Que halla mi afán acomodo

 junto a tales eminencias,

y, en fin, esto, como todo,

cuestión es de preferencias...

Para tener exaltados

 allí mis cinco sentidos,

prefiero a la de ganados

la Exposición de perdidos.

 

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SATÍRICOS

ir al índice

Adiós, Lucero de mis noches

Adiós, adiós,

Lucero de mis noches,

canta un soldado

al pie de tu ventana.

Pues ya me voy

no llores alma mía,

que volveré mañana.

 Ya se divisa

por el oriente el alba

y allá a lo lejos

la luz de la mañana.

Y en el cuartel

cornetas y tambores

están tocando a diana.

A España voy,

adiós, adiós.

 

 

PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTA HABANERA DE LA GUERRA DEL 98

 

Y AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS AL AMANECER

 

ir al índice

 

Yo te diré

por qué mi canción

te llama sin cesar:

me faltan tus risas,

me faltan tus besos,

me falta tu despertar.

 Yo te diré

por qué mi canción

se siente sin cesar:

mi sangre latiendo,

mi vida pidiendo

que tú no te alejes más.

 Cada vez que el viento pasa

se lleva una flor,

pienso que nunca más

volverá mi amor.

 No me abandones nunca

al anochecer,

que la luna sale tarde

y me puedo perder.

 PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTA CANCIÓN DE LA GUERRA DE FILIPINAS

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SOBRE HECHOS Y PESONAJES HISTÓRICOS

 

IR AL ÍNDICE GENERAL