EXILIOS INTERIORES
En
tu espacio está todo lo que asumes de espacio,
todo lo que tú ocupas como parte del
mundo,
todo lo que del mundo forma parte de
ti.
Tú, como peso en la piedra. Como el
rojo
en la rosa.Como el aire en el árbol.
Como el puño al poema.
Y si un día miraras y encontraras
caballos
aunque no sean caballos, y tú
vieras caballos
(aunque sean de humo), porque tú ves
caballos,
podrán ser tus caballos y llevarte
muy lejos
y enseñarte a galope
aquello que no existe pero nos lo
parece
y aquello que resurge
y brota
y está ahí, brillante, desde siempre,
desde siempre esperando caballos
luminosos con un hombre que admite:
solamente nosotros mentimos las
verdades.
Y entonces tú te posas y tus caballos
beben
y una extensión muy grande
como un libro con toda la noche y las
estrellas,
como un verso gigante de donde baja
el agua
serán espacio tuyo,
mirada de tus ojos,
tamaño de tus manos,
instante muy fugaz, realidad muy
larga.
Y entonces tú cabalgas, en tus
caballos ágiles,
aunque sean de pétalos que van
quedando atrás,
aunque sean de olas que mueren en la
arena,
aunque sean caballos, de tan
hermosos,
breves. |