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			 Noche 
			nupcial 
			  
			Este mundo con 
			trenes que, al alejarse, dejan 
			como un escalofrío recorriendo el paisaje. 
			Este mundo con hadas y unicornios 
			que gobiernan mi piel y viven en tus manos. 
			El mundo que no existe. 
			Hoy duermes junto a mí y 
			brillas en la noche, 
			estatua blanca en el jardín de un sueño. 
			Mañana no estarás o 
			serás otra. 
			Mañana, cuando mates ángeles y sirenas. 
			Mañana, cuando quemes nuestros bosques. 
			Yo me esconderé en ti 
			como un centauro herido: 
			El último centauro, el que recuerda 
			su mundo azul desde una gruta oscura. 
			Quién será esta mujer a 
			quien hoy doy mi vida. 
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