|
Cuando
admirable al mundo enriqueciste
con dulce canto, Apolo
soberano,
mientras el tiempo te
mentía humano,
acciones de divino al
tiempo diste.
Hoy
que tu ausencia España llora triste,
muestras fénix que de
Atropos la mano
contra tanta deidad se
opuso en vano,
pues felice muriendo
renaciste.
De
la muerte alcanzando así victoria,
a tus obras, asombro del
olvido,
supremo altar conserva la
memoria.
Tú
ya a los mismos astros preferido
entre mares de luz, golfos
de gloria,
eres eterno sol, si Apolo
has sido. |