¿Pues
que diré de la hermosura y brío,
gracia, donaire, discreción y aseo,
altivez, compostura y atavío
de
las damas daeste alto coliseo,
nata del mundo, flor de la belleza
cumplida perfección, sin del deseo,
su
afable trato, su real grandeza,
su grave honestidad, su compostura,
templada con suave y gran llaneza?
Lo
menos de su ser es la hermosura,
pudiendo Venus mendigarla dellas
en gracia, en talle, en rostro, en apostura.
Cuantas
rosas abril, el cielo estrellas,
Chipre azucenas, el verano flores,
aquí se crían y gozan damas bellas.
Estos
son de sus bienes los mayores,
y ellas en discreción y cortesía
el esmero del mundo y sus primores.
La
india marfil, la Arabia olores cría,
hierro Vizcaya, las Dalmacias oro,
plata el Pirú, el Maluco especiería,
seda
el Japón, el mar del Sur tesoro
de ricas perlas, nácares la China,
púrpura Tiro, y dátiles el moro,
México,
hermosura peregrina,
y altísimos ingenios de gran vuelo,
por fuerza de astros o virtud divina;
al
fin, si es la beldad parte del cielo,
México puede ser cielo del mundo,
pues cría la mayor que goza el suelo.
¡Oh
ciudad rica, pueblo sin segundo,
más lleno de tesoros y bellezas
que de peces y arena el mar profundo!