Soy adentro
y como,
en el extremo
derramado
de los tilos,
una papilla
dulce y espesa,
de madera,
y es interno
en el calor,
como huevos,
el lugar donde crecen
los árboles,
no cantaban los mirlos
en aquellos sillones,
eran grandes para ellos
y por eso no cantaban,
pero todos recordamos
con un picor en la garganta
que es allí por donde
crecen las ramas,
por las tuberías,
por el tiro ciego,
sí, como,
sigo comiendo,
todavía adentro
se alza el mástil,
un pequeño vigía
de largas piernas
que desde arriba
se columpia,
muebles y alimentos
viajan de uno a otro lado,
y esto no es un barco,
tampoco es un bosque
pero susurran y se agitan
los troncos, tan delgados,
las criaturas,
eran las manos enlazadas
de un mismo individuo
que se concentra,
sabía que eran manos
pero vi una paloma
que temblaba un poco
y sin abrir del todo
el pico,
vomitaba.
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