Germán Bleiberg |
|
Encuentro en ti la luz estremecida... Tus ojos tienen el recóndito desmayo... |
Encuentro en ti la luz estremecida y un honesto temblor, siempre soñado, vibrando en juventud, limpio y alado, un bienestar de soledad henchida, y estos ojos de hierba humedecida que cumplen su mirada, armonizado el viento y el celeste azul logrado, como un jardín bajo la brisa herida. Yo te he buscado, amante, en el tranquilo encendimiento firme de tu frente, como triste abandono de azucena, y te encuentro, presente, en el sigilo de mi ágil corazón, tan dulcemente ungido por tu voz loca y serena.
|
Tus
ojos tienen el recóndito desmayo
Y cuando ahora recorremos el
camino
Y entonces comprendo qué es la
claridad
PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS A LOS OJOS FEMENINOS |
Sólo aquel tembloroso viento amado, tan dulcemente estrecho entre mis venas, viene con tu paisaje y con serenas voces de tu fervor puro y llorado. Estoy solo, ya solo y entregado a este dolor humilde en que me ordenas, y espero, oculto en soledades plenas, llegar a ti, febril y enajenado. Hoy son tus ojos esta luz sin horas que yo buscaba como bien pequeño. ¡Víspera del espacio presentido las lentas llamas, manantial de auroras! Y tu sangre tendrá un sabor de sueño entre las mariposas florecido. |
El amor y el
paisaje
¿Dónde ciñen ahora tus
manos acostumbradas al asombro del tilo
Las flores de nuestro
jardín nocturno
¿Qué promesa de parque
temblaba en tus ojos?
|