Milagros de nuestra Señora (introducción) El romero de Santiago |
MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA Yo maestro Gonçalvo de Verceo nomnado,yendo en romería caeçí en un prado, verde e bien sençido, de flores bien poblado, Davan olor sovejo las flores bien olientes, refrescavan en omne las carnes e las mientes; manavan cada canto fuentes claras corrientes, en verano bien frías, en ivierno calientes. Avién y grand abondo de buenas arboledas,milgranos e figueras, peros e mazanedas, e muchas otras fructas de diversas monedas, mas non avié ningunas podridas nin azedas. La verdura del prado, la olor de las flores,las sombras de los árbores de temprados savores, resfrescáronme todo e perdí los sudores: podrié vevir el omne con aquellos olores. Nunqua trobé en sieglo logar tan deleitoso,nin sombra tan temprada nin olor tan sabroso; descargué mi ropiella por yazer más viçioso, poséme a la sombra de un árbor fermoso. Yaziendo a la sombra perdí todos cuidados,odí sonos de aves, dulces e modulados: nunqua udieron omnes órganos más temprados, nin que formar pudiessen sones más acordados.[...] El prado que vos digo avié otra bondat:por calor nin por frío non perdié su beltat, siempre estava verde en su entegredat, non perdié la verdura por nulla tempestat. Sennores e amigos, lo que dicho avemospalavra es oscura, esponerla queremos: tolgamos la corteza, al meollo entremos, prendamos lo de dentro, lo de fuera dessemos. [...] En esta romería avemos un buen pradoen qui trova repaire tot romeo cansado: la Virgin Glorïosa, madre del buen Criado, del qual otro ninguno egual non fue trobado. Esti prado fue siempre verde en onestat,ca nunca ovo mácula la su virginidat, post partum et in partu fue virgin de verdat, illesa, incorrupta en su entegredat. Las quatro fuentes claras que del prado manavan,los quatro evangelios, esso significavan, ca los evangelistas quatro que los dictavan, quando los escrivién, con ella se fablavan. La sombra de los árbores, buena, dulz e sanía,en qui ave repaire toda la romería, sí son las oraciones que faz Santa María que por los peccadores ruega noch e día. [...] Los árbores que facen sombra dulz e donosason los santos miraclos que faz la Glorïosa, ca son mucho más dulzes que azúcar sabrosa, la que dan al enfermo en la cuita raviosa. Las aves que organan entre essos fructales,que han las dulzes vozes, dizen cantos leales, estos son Agustino, Gregorio, otros tales, quantos que escrivieron los sos fechos reales. [...] Tornemos ennas flores que componen el prado,que lo façen fermoso, apuesto e temprado; las flores son los nomnes que li da el dictado a la Virgo María, madre del buen Criado. Ella es dicha fuent de qui todos bevemos,ella nos dio el cevo de qui todos comemos; los quales organamos ennas fiestas caubdales. fer unos pocos viessos, amigos e sennores. PULSA AQUÍ PARA VER EL TRATAMIENTO DEL LOCUS AMOENUS POR OTROS POETAS |
L eemos de un clérigo que era tiestherido,ennos vicios seglares ferament embevido; peroque era locco, avié un buen sentido, amava la Gloriosa de corazón complido. C omoquiere que era en ál malcostumnado,en saludar a ella era bien acordado; nin irié a la eglesia nin a ningún mandado, que el su nomne ante non fuesse aclamado. D ezir no lo sabría sobre quál ocasiónca nos no lo sabemos si lo buscó o non, diéronli enemigos salto a est varón, ovieron a matarlo: ¡Domne Dios lo perdón! L os omnes de la villa e los sus compannerosesto como cuntiera com non eran certeros, defuera de la villa entre unos riberos, allá lo soterraron, non entre los dezmeros. P esó'l a la Gloriosa con est enterramiento,que yazié el su siervo fuera de su conviento; apareció'l a un clérigo de buen entendimiento, díssoli que fizieran en ello fallimiento. B ien avié treinta días que era soterrado:en término tan luengo podié seer dannado; dísso'l Sancta María: «Fiziestes desguissado, que yaz el mi notario de vos tan apartado. M ándote que lo digas: que el mi cancellarionon merecié seer echado del sagrario; dilis que no lo dexen ý otro trentanario, métanlo con los otros en el buen fossalario.» D emandóli el clérigo que yazié dormitado,«¿Quí eres tú que fablas? Dime de ti mandado, ca quando lo dissiero seráme demandado quí es el querelloso o quí el soterrado». D íssoli la Gloriosa: «Yo so Sancta Maríamadre de Jesu Christo que mamó leche mía; el que vos desechastes de vuestra compannía, por cancellario mío yo a éssi tenía. E l que vos soterrastes luenne del cimiterio,al que vos non quisiestes fazer nul ministerio, yo por ésti te fago todo est reguncerio: si bien no lo recabdas, tente por en lazerio.» E l dicho de la duenna fue luego recabdado,abrieron el sepulcro apriesa e privado; vidieron un miraclo non simple ca doblado, el uno e el otro, fue luego bien notado. I ssiéli por la boca una fermosa florde muy grand fermosura, de muy fresca color; inchié toda la plaza de sabrosa olor, que non sentién del cuerpo un punto de pudor. T robáronli la lengua tan fresca e tan sanaqual parece de dentro la fermosa manzana; no la tenié más fresca a la meredïana quando sedié fablando en media la quintana. V idieron que viniera esto por la Gloriosa,ca otri non podrié fazer tamanna cosa; transladaron el cuerpo, cantando «Specïosa», aprés de la eglesia en tumba más preciosa. T odo omne del mundo fará grand cortesíaqui fiziere servicio a la Virgo María; mientre que fuere vivo verá plazentería, e salvará la alma al postremero día.
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Un fraile de su casa Giraldo era llamado, |
Y
mientras la
llevaban, no de buena manera, PULSA AQUÍ PORA ACCEDER A POEMAS DE TEMA BÍBLICO O RELIGIOSO |
Señores, si quisierdes mío
serviçio prender, Mester
traygo fermoso non es de joglaría, |
Quiero
fer una prosa en román paladino,
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