¿Te
acuerdas, Abisinia?
Oh Concha, dulce nombre... ¡Oh qué alegre es el baile...
|
Mi amor, tú si te acuerdas;
cuando en el tiempo en los floridos campos
de aquella hermosa vega, por las oscuras sendas.
Ya tu brazo torneado oprimiéndonos ambos
con deleitosa fuerzas; en una misma hoguera. Y delirantes ambos con la pasión extrema, perturbada la vista,
las bocas entreabiertas, |
bellos tu dedos bellos; bella la pura nieve y rosas de tu cuello… y bellos tus ojuelos de donde el amor salta de los turgentes pechos.
PULSA AQUÍ PARA LEER DESCRIPCIONES DEL CUERPO FEMENINO |
más que el panal Hibleo, más que las gracias lindo, que los amores tierno. Ah, quien Concha te puso, era en Amor maestro, pues sólo clamor pudo nombrarle tan discreto, Venus nació en la concha del espumoso seno, y una concha es su carro con dos pichones bellos.
|
¡Oh qué alegre es el baile! ¡Las cuadrillas qué alegres! Cuán gozosas las doncellas, despidiendo centellas, sus rutilantes ojos, animando el mesurado paso! Todas flores, pintadas mariposas, sus olores, la blanca piel rosada derramando... ¿A quién no maravillas, grupo gentil que en los salones brillas?
|