Guillero Cuadri

(Santos Garrido)

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La caña

Receta de Guillermo Cuadri

LA CAÑA

Es a usté mesmo paisano,
que lo quiero aconsejar;
tengo ganas de versiar
y está liviana la mano.
Como viejo soy baquiano
y la vista no m'engaña;
la vida me dió más maña
que a petiso chacarero;
ansí abra el ojo, aparsero,
vi'á'blarle sobre la caña.

¡La caña! ¡Dioses benditos!
Sólo al nombre, compañero,
se me pon'el tragadero
como p'haser gorgoritos.
La sensia, con sus escritos,
dise de tuita sabensia;
áhura li habla la esperensia
d'este gaucho, duro y viejo.
Siga nomás mi consejo
y riasé de la sensia.

¿Que tien'el pecho serráo
y tuese com'una oveja,
y se áhuga porque lo aqueja
un machaso refriáo?
Ya está el rimedio encontráo,
viejo, no le quede duda:
medesina macanuda,
-juera de tuita pavada-
es chupar caña quemada,
con un güen "taco" de cruda.

Si hase tiempo enfermo está
sufriendo'e la "pajariya",
pá eso es una maraviya
la caña con arasá.
Tamién caña con gutiá
es güena pá muncha cosa,
y si el dolor me lo acosa
y en el cuerpo se l'ensaña,
misture un frasco de caña
y "esensia maraviyosa".

¿Que su china "campanuda"
está enferma de la "madre"?
No se me asuste, compadre,
y dele caña con ruda.
Verá como pronto suda,
y hasta el cuerpo se le baña;
p'haserle güena campaña,
-es justo que se lo diga-
le acomoda en la barriga
un trapo mojáo con caña.

Si la boca siente asquiada
del tabac'o de otra causa,
haga unos buches, con pausa,
de caña con limonada.
Cuando la pans'afetada
de dolores, tenga usté,
no se me arroye, por qué,
no se v'a morir del chucho,
y áhi nomás, y sobr'el pucho,
tome caña con ferné.

Si tien'en el pecho un "taco"
de flemaje alborotáo,
no se abatate, cuñáo,
métale caña con guaco.
¿Que s'está poniendo flaco
y el disgano lo acompaña?
Se li ha d'entonar la entraña
si usté aseta mi consejo,
y dispasito y parejo
hase gárgaras con caña.

Si un rival sigue su güeya
y algún miedo lo acompaña,
eche pólvora en la caña
y haga escarsiar la boteya;
que dispués no li hase meya,
ni un hombre, ni un batayón;
y es capás, de sopetón,
si la pisada no chinga,
de sambuyile a Mandinga
hasta la crus el facón.

¿Que su china, en malas tretas
"se alsó como leche hervida",
y al amargarle la vida
"lo hiso arar con las peinetas"?
¡Busqu'en los libros, resetas,
pá ese dolor que lo daña!
¡Que pá disgrasia tamaña,
pá no morir de dolor,
no hayará nada mejor
que prendérsele a la caña!

¿Triste, com'un día de yuvia,
tien'el alma desolada?
¡Meta caña, camarada!
que ansí el dolor no lo engubia.
Que la caña por ser rubia,
tiene muncho de mujer,
y nos agranda un plaser,
y nos achica una pena...
¡Si al haser cosa tan güena
Dios supo lo qu'ib'haser!

Cuando perdemos la calma
por algún dolor projundo,
y crémos que tuito el mundo
se nos echa sobr'el alma,
¡cómo se ajunta y s'empalma
tuito el dolor en la entraña!
Pero ese duelo, esa saña
qu'en el corasón se afierra,
se ha de dir a la gran perra
si se le priende a la caña.

¡Si hase bién de muchos modos!
¿V'a declararse a una china?
¡Métale caña, que ansina,
le charl'hasta por los codos!
¡Por eso es, viejo, que todos,
más o menos l'han bebido!
Y áhura, paisano, le pido,
si me topa en su campaña,
le pague un vaso de caña
pa'l viejo SANTOS GARRID
O

 

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Receta de Guillermo Cuadri

Via a darles unos consejos y que me atiendan les pido:
saben que soy conocido como curandero viejo.
Y me da rabia ¡Canejo! ver que a través de los años,
toavía creen en los engaños que tiene la medicina;
si que ajuera cualquier china sabe curar hasta daños.

¡Hay que dejarse e bobiar,
pa creer la realidad
si naides en la ciudad, puede saber pa' enseñar.
Si la cencia de curar no se apriende a dos tirones
y aunque nieguen los naciones esta machaza verdad:
pa' cualquier enfermedad bastan yuyos y oraciones.

Pa que vean que soy macho, sin mañas ni malas tretas,
via darles unas recetas y abran el ojo ¡caracho!
Para curar un empacho un dotor no sabe nada.
Yo con pezuña quemada, yerba, el pollo y santiguao
dejo el empacho curao sin tener una fallada.

No hay nada mas apropiao pa' curar del padrejón;
que el hinojo o el cedrón con alg
ún manipuliao.
El sauco: pal resfriao; pa sabañones, la ortiga;
Marcela, pa' la barriga y mejor remedio no hallo:
que arazá y cola e caballo pa' riñones y vejigas.

Al pasmo real,
Don Garrid , lo cura presto y sin yerros
con bosta blanca de perro , y abrojo grande, cocido.
Pa la histiricia es sabido, un remedio muy mentao
pues yo siempre la he curao por mas bellaca que sea:
colgando en la chimenea,
un trapo e lana mojao.

Si el asma da un sofocón, se pita un cigarro chico
hecho con flor de chamico,
o con las del floripón.
Pa curarse un sabañon: se deja en el fuego un rato
un poco e tuna en un plato, despues lo refriega fuerte;
y, pal orzuelo es la muerte: la cruz con la cola el gato.

Pa partos: vahos de artemisa,
pa la fiebre: suzuayá
y raiz de burucuyá: A la vejiga suaviza.
Al intestino lo alisa la oreja e tigre en pomada.
Pa coyontura sacada, la leche del higuerón;
y el güen apio cimarrón, pa' tuita herida infestada.

Pa' la mala enfermeda ya sea de nueva o de vieja:
el quelpe, yerba 'e la oveja, la miona, o el zucará.
Un remedio de verdad, pa curar la Risipela:
es friyendo con canela y hojas de moralito,
otras tantas de eucalipto y un poco de sebo e vela.

Bueno...con Dios mis paisanos. Yo con la Virgen me quedo.
Por hoy salgo de este enriedo y doy descanso a mis manos
deseando que esten hermanos, contentos de haber nacido
reciban como despido, con tuita sincerida':
un guascazo de amistad del viejo Santos Garrido
.

 

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