Jenaro Talens

índice

Flashes en el brick Oven

Territorios de un cuerpo


Alba

Flashes En El Brick Oven

 ¿Qué me ofrece el silencio de esta noche,
este amor sin excusa, vuelto aprendizaje?
Paseo por las calles
de esta ciudad extraña
donde incluso las flores tienen dueño.
Miro las nubes grises,
el aire iluminado por una luna artificial,
y escucho el parpadeo de los claxons en la carretera.
Los grajos llueven en bandadas,
vierten su humosa niebla sobre las ardillas,
pero el olor que brota de la hierba
no es un olor distinto
del olor con que noviembre ahora interrumpirá en tu cuarto
diciéndote que empieza a amanecer,
aunque sea otro el mar, otros los árboles
y otro el azul que inunde tu mirada.
El día muere en Austin y estoy solo.
Aquí, de pie, junto al Brick Oven,
pienso en tu cuerpo, en ti.
¿Qué podría ofrecerme esta noche de otoño
que no me ofrezcas tú?

 

ir al índice

TERRITORIOS DE UN CUERPO

I

(Si te miro a ti,
que salga el sol o no salga
¿qué me importa a mí?
Camarón de la Isla)

Hermoso es el desorden de mi pensamiento.
Yo no sigo el ejemplo de los ancianos:
busco lo mismo que buscaban.
Por eso, en esta diáspora de ti,
sé que el silencio que nos cubre es esto,
dos bultos que se pliegan y se envuelven
para volver de nuevo hasta su soledad.
Compruebo que es abril, que el invierno termina
y que incluso las flores son felices.
Soy como ellas, no pregunto nada;
y me limito a estar sobre tu cuerpo
como quien mira sin temor, de frente,
un eclipse
de sol.

 

 

 II

 Déjame ser el huésped de tu boca,
la lentitud con que el calor recorre tu desnudo.
Soy como el frío de una noche desierta,
pronto a buscar cobijo en los derrumbaderos
donde hace el nido la melancolía.
Hay tanto resplandor, la luna es tanta
que me deslumbras con la calidez
de tu silencio, y me sumerjo en ti.
Nunca pensé una eternidad tan cerca.

 

 III

 Cada nuevo clima
es, al cabo,costumbre, y yo, extranjero.
El día ha caducado
y va a empezar la oscuridad.
Déjame que me oculte junto a ti,
en el frondoso bosque de unos ojos
donde no cesa de llover.
Acurrucado entre sus matorrales,
aguardaré a que tu pasión me señale el camino.
Sé que el aire es más dulce donde crece la luz.

 

 IV

Descubrir los motivos de la aurora
es otra forma de pensarte,
asomado a la baranda del anochecer.
En cuanto a mí, no sé,
¿qué más puedo decirte?

Sólo que por tu causa
casi tuve el proyecto de durar.

 

 V

Apaga las estrellas,
desconecta el sol.
Quiero adentrarme a tientas
por los acantilados de tu piel,
reconstruir sobre tu boca
las letras, una a una,
con que dar nombre al fuego,
a la locura de saber que he visto
el cielo tan de cerca, o no, tan mío
que mi país se llama medianoche.
¿Quién eres? ¿Dónde estás? Qué importa,
si te elegí entre todas las estrellas.

ir al índice

ALBA
                                                                         
A Jean-Marie Roosbroeck

I
Contemplar un jardín.
Tras la cancela un vago
rumor de sombra: impune
amanecer, ya casi
luz vencida, y más luces
que se insinúan. Dalias
y moluscos, gaviotas y jazmines
tu plenitud asumen,
tu soledad. Los muros,
encalados, encubren
la noche en pie, su historia.
Ver la nube
lacia, como si el mar
fuese a la tarde un buque
encallado entre labios
de espuma. El mar. ¡Qué dulce
silencio! Inmensidad
sin nombre. En ti concluye
todo, el amor, el tiempo,
el chamariz que cruje
bajo el zarpazo tímido del sol
y ese insomnio de piedra
que ha de fluir y acrece
lo que es dolor, y duele, y se consume.
II
Contemplar un jardín.
O el mar. Mejor el mar.
                                       Qué importa
la vastedad del cielo
en esta hora
frágil. Qué importaría.
Sientes la luz herirte y aprisionas
su sonido tenaz.
                              Si una palabra
hubiera, si una sola
palabra, que bastase.
Como a esta agua quietas,
para existir, sus olas.
(
Víspera de la destrucción)

PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS AL AMANECER

ir al índice

 

IR AL ÍNDICE GENERAL