índice

Jesús Aparicio González

fuiste corza esquiva huyendo por el bosque...

La caza

Mis ojos tienen hambre

La luz también envejece

Puntos cardinales

Rayo primero

Tú fuiste corza esquiva huyendo por el bosque,
yo era ese águila triste que te perdió en lo oscuro.
Tú fuiste una alta nube de muy variables formas,
yo era ese viento terco que al seguirte te alejaba.
Tú fuiste un nido abierto a cualquier ala nueva,
yo era un frío castillo celoso de su musgo.
Un día el alfarero rey mezcló corza y águila,
viento y nube, castillo y nido, e hizo el mundo.
Ahora somos al tiempo una encendida vela,
dos vidas reunidas en una misma luz.

 

ir al índice

LA CAZA

Casi sin esperarla aunque siempre temida
me alcanzó la noche.
Cuando más admirado estaba
de inesperadas luces, de renacidos soles
dando otra cara al cielo
me alcanzó la noche.
Por las tapias de mi jardín atravesando,
por el serrín de mi belén quemando,
por los universos de mi rincón abortando,
me alcanzó la noche.
Recogiendo los restos, en cristales
rotos, del horizonte, comprendí
que a ese largo pasillo sin principio ni meta
que llamamos destino
le alcanzó la noche.
Mas no quise dejar de amar aún conociendo
que me alcanzó la noche.

 

ir al índice

Mis ojos tienen hambre.
escucho su vacío mientras callan
en actitud de espera.
Creen, en panes como soles.
Y con creer dan vida a los primeros verdes
de algas marinas.

Mis ojos tienen sed.
siento su respiración cuarteada
velando en los rincones.
Creen en nuevos pozos.
Y creyendo levantan un huracán de lirios
que cubrirán el valle.

Mis ojos en alerta.
Nunca duermen. Se dejan
amar pacientemente.

Creen en paraísos de luz.
Y al creer van tejiendo sus estrellas,
la lluvia que los limpia
de la ceguera.

ir al índice

LA LUZ TAMBIÉN ENVEJECE

Nace desnuda y va creciendo en rocíos,
multiplicando piedras y ensanchando olmos,
nombrando los paisajes, aceitando los ojos
y abriendo el cielo.
En el camino ora y trabaja
canta desde lo más alto
e irradia sus manzanas
entre los vivos.

Lleva su orgullo y esperanzas a la arena,
disfruta intimidad con las palomas
y enrojece los rostros
de las estatuas.

Y se detiene y va llegando a su fin
de la mano de gatos grises
hasta beberse las cenizas
de la luna.

La luz también envejece.
Y cede su corona al negro.

 

ir al índice

PUNTOS CARDINALES

Al norte una ventana empañada por la niebla.
Al sur la puerta cerrada de un cuarto a oscuras.
Al este esa cama deshecha hace mil noches.
Al oeste un armario semivacío y triste.
En el centro la soledad que rompe
sobre mi mesa el lápiz.
Entonces alzo la mirada al techo
y espero el vuelo de una mano de ángel
que me saque punta.

ir al índice

RAYO PRIMERO

Rayo primero
que enciende, labra y hace
crecer la hoja caída.
Sol de mediodía:
oro desde el espejo,
semilla de lo azul.
Ascuas de la noche
que saben su futuro
saltan sobre la estrella.
Tres fuegos que han venido
de ese eterno volcán
que nos habita.

 

ir al índice

 

IR AL ÍNDICE GENERAL