Jorge Boccanera

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Arder

El altillo

Poemas del tamaño de una naranja

La mujer del prójimo

ARDER

Cuando nos besamos trituramos un ángel.
Su última voluntad será nuestro deseo.
Tiempo habrá para escupir sus vidrios de colores,
su sombrero de plumas,
barajas manoseadas por tahúres y ahora

hay que hacerlo entrar,
ofrecerle licor (que él viene de morirse),
acercarle una silla (que lee en la oscuridad).

Dirá sus baratijas,
su forma de guiarnos al secreto de la vieja
estación.
Dirá que el vino está hecho de hojas secas,
que puede hacer un fuego con tu rostro y el mío.
(Ni un centavo de luz a su trabajo).

Cuando nos besamos desollamos un ángel,
un condenado a muerte que va a resucitar en
otras bocas.
No tengas lástima por él, sólo hay que hincar el
diente
y triturar al ángel.
Abrir tus piernas blancas y darle sepultura.

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EL ALTILLO

casi a nueve peldaños de la muerte
bajo una luz difusa
te desvestís
esta no es la cubierta del Kabanos
esto no se parece al paraíso
es tan sólo un altillo

aquí tus pechos vuelan
tu cintura golpea entre mis brazos
y la humedad es una amiga
mirando con ojos agrietados
un desorden de piernas

esto no es
la suite especial del plaza hotel
ni hay una alfombra roja donde rodar a gusto
es tan sólo un altillo

aquí tu pelo emerge de la noche
y es bandera de mimbre
aquí una vieja cama pide a gritos
¡socorro!
aquí no hay vencedores ni vencidos

afuera
no muy lejos
la estrella herida de la tarde
rueda como un gato sin fuerzas
sobre el techo del mundo
aquí
casi a nueve peldaños de la muerte
tus ojos encuentran a los míos
y no tenemos tiempo siquiera de despertar.

 

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POEMAS DEL TAMAÑO DE UNA NARANJA

CARTA DEL SUICIDA

Lo poco que he vivido,

me ha hecho perder demasiado tiempo.

ENSAYO SOBRE LA HONESTIDAD POÉTICA

No es que los poetas mientan,

es que los mentirosos

quieren hacer poesía.

APUNTES

Y te recuerdo, madre,

como cuando la única luz era tu sombra.

RECUERDO

Ayer,

es una casa

que se quedó sin puertas.

DEL OFICIO DE LA POESÍA

Hay que incendiar a la poesía

y cantar luego

con las cenizas útiles

SOLEDAD

Nadie.

Como decir:

todos del otro lado.

NOTICIAS DE LA HISTORIA

Según la historia universal,

a la paloma de la paz

se la comió

la gallina de los huevos de oro.

¿PREMIO?

Me presento a un concurso

y gana este dolor.

Por unanimidad.

LÍMITES

Mi pueblo

limita la norte con Bolivia y Paraguay,

al este con Brasil, el océano Atlántico y Uruguay

al oeste con Chile.

Y Luisa,

se pudre en una celda de dos metro por uno.

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LA MUJER DEL PROJIMO

I

Llegó al cuarto entre asustada y no
su piel había memorizado calles
para que yo esta noche las caminase todas.

Llegó invadida de cebolla y pena,
de fiebre del pequeño y vecinas absurdas.
Llegó cansada de saludos breves,
preguntarse por qué a tanto silencio.

Necesitaba
que esta noche sus hombros arriben a otro puerto,
sus manos algo lejos del filo de la escoba,
su pelo rojo en otra almohada.

Entonces comprendí
que la mujer del prójimo es ajena,
incluso para él.
II

No unté mis ojos
con el paisaje de los tuyos,
ni desordené el día para que aparecieras,
ni he juntado tus ruidos con mi boca
para que no doliesen las preguntas,
ni siquiera
me llamo como dices, pero
puedes quedarte,
hay un poco de sopa, algo de vino,
afuera está lloviendo en otro idioma.

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