Véante mis
ojos,
y muérame yo luego,
dulce amor mío
y lo que yo más quiero.
GLOSA DE MONTEMAYOR
A
trueque de verte
la muerte me es vida;
si fueres servida,
mejora mi suerte,
que no será muerte
si en viéndote muero,
dulce amor mío
y lo que yo más quiero.
¿Do está tu
presencia?
¿Por qué no te veo?
¡Oh cuánto un deseo
fatiga en ausencia!
Socorre, paciencia,
que yo desespero
por el amor mío
y lo que yo más quiero.