José Batlló 

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Cuán hermosamente...

Postal para Mahalta desde Bilbao

Cerca del mar tumoroso...

En medio de la noche

CUÁN HERMOSAMENTE

anuncia descendencia tu vientre!

Agresivamente

llevas la vida, orgullosamente.

Cuando se te fatiga el cuerpo

y descansas

sentada, procurando estar quieta,

la sangre se te rebela

y ÉL te golpea

juguetón, vivo,

vivo ya.

Tú ríes,

ríes un poco asustada,

te sujetas a la silla y dejas caer

tu ternura,

casi le besas,

me hablas de sus travesuras,

y vas disponiendo todo

con sabia naturalidad,

con una fuerza que te viene

 de condición.

 ( De La señal)

 

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POSTAL PARA MAHALTA DESDE BILBAO

Este tono moreno de la miel

el sol, tímido y tibio, no daría

 a cada poro de tu tersa piel.

 y el mar, industrioso y manso en la ría,

encarcelado al pie del Arenal

tu alado paso no derribaría.

 y ¿cómo distinguir el bien del mal

 en el rostro sucio y feo de Bilbao?

 Mas aquí está la vida, pan y sal,

 algo que da la tierra, los hombres de Bilbao.

[Bilbao. 1968]

(De Canción del solitario)]

 

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Cerca del mar tumoroso

y la arena que el viento lleva en volandas,

permanecen silenciosos, detenidos.

Se hunde ya en el agua el rojo sol.

La ingente sinfonía en blanco-gris-rojo-pardo

les envuelve,

casi les aplasta.

Dejan que se pierda aquella mirada

en la lejanía, ondulándose sobre las olas.

Pasa el tiempo. Al fondo de la bahía,

sólo la difusa silueta de un hombre,

que arrastra una barca quejumbrosa

hasta dejarla varada.

Tras el castillo derruido,

el día dona sus postreras maravillas.

Cuando se incorporan,

una redonda soledad,

casi paz,

se adueña de la noche levantisca y alta.

(De Tocaron mi corazón)

 

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En medio de la noche
te desvelas
y adivinas mi rostro dormido.
Apoyas tu boca sobre mi frente,
dejas, como al descuido,

tu mano sobre mi pecho,
hasta que nuestros latidos se acompasan.

En medio de la noche,
hostil y oscura,
me guardas,
estremeciéndote a cada
movimiento que hago,
hasta que, femenina y desvalida,
te quedas soñando
como un ángel cansado.

Por la mañana
tengo una alegría que me vive
todo el día, que me asiste
todo el día, sin saber
a qué se debe,
por qué nace.