ímndice

José Luis Esparcia

De tus ojos

Palabra de vida

La muerte de Séneca

Quietud en piedra

DE TUS OJOS

De tus ojos, la oración que el otoño,

redil de septiembre, gélido hueso

en silencio, deja en cualquier rincón

 de la infinita tarde.

El respeto vencido

a tanta soledad.

De tus ojos, la fuente inmoble,

echada ligeramente en su melancolía,

 y este mundo de piedra

que me incita al amor desconocido.

Un sosiego de letanías.

Roce

oculto de tus ojos, donde mi soledad

es honda,

perdurada en este atrio del mundo,

donde crece el viento entre

los cabellos claustrales.

(De Septiembre)

 

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PALABRA DE VIDA

Y sé que a ti y a mí,

sé que a nosotros dos,

en el momento justo,

nos hablará la vida.

Habrá nacimientos y habrá las muertes

 que siempre, antes, hubo.

Y la vida, como el sol que se anuncia,

traerá sus pasos desde

el vértigo insondable

hasta el remanso de nuestra distancia.

Vendrá y con esa voz clara de hinojo

que despierta nos abrirá sus muros.

Vendrá, como pescador de la noche,

varando sus tesoros,

abriéndose la camisa y la carne

para habitamos de luz olvidada.

Terso el peso de la palabra, como

una serena costumbre que acecha,

sé que a nosotros dos,

en el momento justo,

nos hablará la vida.

(De Septiembre)

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LA MUERTE DE SENECA

(P. P. Rubens - Museo del Prado)

                                                                            A los poetas del grupo Zubia

 

Del tránsito incólume de tu sangre

rememoró, como un dolor, mi mirada el cauce.

Anegó la insidia olorosa, niebla esencial del futuro,

 los claros almendros que un día anhelaste.

           Hoy abriga tus ojos la dormida violeta, ante la roja presencia de la noche eterna.                .                              Es única dicha dormir sin pausa.

El más florecido cansancio, agotado de germinar tu piel,

 llanura inmensa sin lobo atroz o vana aulaga.

Dormir en el clavel intemporal

del que hablan tus pies cansados

de esta vida imperecedera de cortesana envidia, no de aquella

en que un muro atardecido te reflejaba, misericorde y puro,

alisma ensimismada sobre pájaros de agua.

A la clamorosa clámide acuden hoy mi pupilas

y apenas un sol de artificio recoge el semblante de las horas,

de esas horas que cubre el lento desahucio de la vida.

(De Septiembre)

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QUIETUD EN PIEDRA (Notre Dame)

 

En las formas la vida espera.

Suave luz perseverante

que intuye el cuerpo

y en un haz de tiempo

deja su mano sin sangre.

Piedra que no duerme,

beso mineral y labio

prendido en gota distante.

Capitel en lágrima bajo el pecho

 del turbado vegetal que se abre.

 Con qué serena alondra

la vida espera en las sombras.

 (De Ciudades)

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