Este día que viene a mis labios exprimiendo su zumo de oro, moja el alma en su triste belleza y la embriaga de sueños remotos. Todo acaba en su luz amarilla. Los recuerdos se borran, y de otro me parecen las manos que tocan, me parecen las cosas que lloro. No pensar en las hojas que sufren y olvidar el dolor de sus troncos. No saber si las nubes que nacen vuelven ya de un oscuro retorno... Mas sentir en el pecho, encendida por el viento que trae el otoño, una hoguera de fuego que, alegre, quema el mundo con un amor loco. |
La muerte espera siempre, entre los años, como un árbol secreto que ensombrece, de pronto, la blancura de un sendero y vamos caminando y nos sorprende. Entonces, en la orilla de su sombra, un temblor misterioso nos detiene: miramos a lo alto y nuestros ojos brillan, como la luna, extrañamente. Y, como luna, entramos en la noche sin saber dónde vamos, y la muerte va creciendo en nosotros, sin remedio, con un dulce terror de fría nieve. La carne se deshace en la tristeza de la tierra sin luz que la sostiene. Sólo quedan los ojos que preguntan en la noche total y nunca mueren. PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS DEDICADOS A LA MUERTE |
Siniestra es la raíz del Luzbel de mi carne y sombría la estrella de tu sabiduría. Ocultos son los fuegos, Señor, donde consumes este tallo desnudo que es apenas mi vida. Negra luz de la tierra, roja luz de tus ojos, iguales son las llamas por tu mano blandidas, fulgiendo en este páramo donde habitamos tristes, soplados por el viento de tu luz ofendida. Restitúyeme puro a esta tierra que piso o dame la luz alta que en las estrellas brilla. Yo quiero ser el Árbol, quiero tener mis frutos. la tierra, el mar, el cielo, la eternidad perdida. PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SOBRE ÁRBOLES/FRUTOS |