No salgas tanto a la calle que eres mocita y no quiero que andes en lengua de nadie. ¿Qué me diste de bebé con aquel beso, serrana, que me dejaste más sé? Cosas de reina tenías, cada vez que me mirabas me perdonabas la vía. Nos señalan con el deo tú por tu cara bonita yo por mi tipito feo. Si señalan que señalen. Más señalaron a Cristo y ahora le encienden altares. |
Si escribir es llorar, ¿qué no es el cante en este sur del sur tanto y tan puro? Llanto preciosamente vertido contra el muro de una agria realidad densa y flagrante. Hombres, hembras del pueblo, pueblo amante y como tal dolido de por muerte, débil el cuerpo, la palabra inerte, ciñen su aullido alrededor del mundo. Corazón hacia atrás, tiempo adelante, sajan el surco más y más profundo donde enterrarse y germinar en vida. Una imposible voz, esto es el cante. Una fístula en flor, tal es su herida... |