Juan del
Encina

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Ojos garços ha la niña...

Quien tuviera por señora...

No te tardes, que me muero...

Ya cerradas son las puertas...

Las cosas que desseamos...

Querría no dessearos...

Romance

Égloga de Mingo, Gil y Pascuala

 

Ojos garços ha la niña,
¿quién ge los namoraría ?
Son tan lindos y tan vivos
que a todos tienen cativos,
y solo la vista dellos
me ha robado los sentidos,
y los hace tan esquivos
que roba la alegría.
¿Quién ge los namoraría?

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Quien tuviera por señora
la Virgen, Reyna del cielo,
no tema ningún recelo.
Que a los flacos coraçones
con su gracia torna fuertes,
haze vidas de las muertes
y es llave de las presiones;
quien de sus consolaciones
alcançare algún consuelo
no tema ningún recelo.
Siempre bive sin tristura
quien le tiene devoción;
da muy gran consolación
la vista de su figura;
el que servir la procura
con amor, en este suelo,
no teme ningún recelo.
Fin
A quien ella da osadía
no teme ningún temor
y si tiene algún dolor
se le buelve en alegría.
Señora, Virgen María,
consuela mi desconsuelo,
no tema ningún recelo.

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No te tardes, que me muero,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

  Apresura tu venida

porque no pierda la vida,

que la fe no está perdida,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

   Bien sabes que la tardanza

trae gran desconfianza

ven y cumple mi esperanza,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

  Sácame de esta cadena,

que recibo muy gran pena

pues tu tardar me condena,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

  La primer vez que me viste,

sin te vencer me venciste,

suéltame, pues me prendiste,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

 La llave para soltarme

ha de ser galardonarme

proponiendo no olvidarme,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

             Fin

  Y siempre, cuanto vivieres,

haré lo que tú quisieres,

si merced hacer me quieres,

carcelero,

no te tardes, que me muero.

 

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 Ya cerradas son las puertas

       de mi vida,

y la llave es ya perdida.

 Tiénelas por bien cerradas

el portero del Amor;

no tiene ningún temor

que de mí sean quebradas.

Son las puertas ya cerradas

de mi vida,

y la llave es ya perdida.

 Las puertas son mis servicios,

la cerradura es olvido,

la llave que se ha perdido

es perder los beneficios.

Así que fuera de quicios

va mi vida,

y la llave es ya perdida.

 Pues la vida está en poder

de aquella que siempre amo;

ahora triste, aunque llamo,

no me quiere responder.

Cerróme con su poder

la salida,

y la llave es ya perdida.

 Servíla con tanta fe,

con cuanta nadie sirvió;

el galardón que me dio

fue peor que nunca fue.

Cerróme no sé por qué

la salida,

y la llave es ya perdida.

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Las cosas que desseamos
tarde o nunca las avemos
y las que menos queremos
más presto las alcançamos.
Porque fortuna desvía
aquello que nos aplaze,
mas lo que pesar nos haze
ella mesma nos lo guía.
Y por lo que más penamos
alcançar no lo podemos,
y lo que menos queremos
muy más presto lo alcançamos

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Querría no dessearos
y dessear no quereros,
mas, si me aparto de veros,
tanto me pena dexaros
que me olvido de olvidaros.
Si os demando galardón
en pago de mis servicios,
daysme vos por beneficios
pena, dolor y passión,
por más desconsolación.
Y no puedo desamaros
aunque me aparto de veros,
que si pienso en no quereros
tanto me pena dexaros
que me olvido de olvidaros.

 

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ROMANCE

Yo me estaba reposando,
durmiendo, como solía,
recordé, triste, llorando
con gran pena que sentía.
Levantéme, muy sin tiento,
de la cama en que dormía,
cercado de pensamiento,
que valer no me podía.
Mi passión era tan fuerte
que de mí yo no sabía,
comigo estaba la muerte
por tenerme compañía.
Lo que más me fatigaba
no era porque muría,
mas era porque dexaba
de servir a quien servía.
Servía yo una señora
que más que a mí la quería
y ella fue la causadora
de mi mal sin mejoría.
La medianoche passada,
ya que era cerca del día,
salíme de mi posada
por ver si descansaría.
Fui para donde moraba
aquella que más quería
por quien yo triste penaba,
mas ella no parecía.
Andando todo turbado
con las ansias que tenía,
vi venir a mi cuydado
dando vozes, y dezía:
"Si dormís, linda señora,
recordad, por cortesía,
pues que fuestes causadora
de la desventura mía.
Remediad mi gran tristura,
satisfazed mi porfía,
porque si falta ventura
del todo me perderla."
Y con mis ojos llorosos
un triste llanto hazía
con sospiros congoxosos
y nadie no parecía.
En estas cuytas estando,
como vi que esclarecía,
a mi casa, sospirando,
me volví, sin alegría.

 

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Égloga de Mingo, Gil y Pascuala

GIL

   ¡Ha, Mingo, quédaste atrás!

Passa, passa acá delante.  

Ahotas que no se espante,  

como tú, tu primo Bras. 

Asmo que tú pavor as;

¡entra, no estés revellado!

MINGO

En me ver ante mis amos

 me perturbo y me demudo

GIL

¿De qué te perturbas, di?

 ¡Si nunca medre tu greña!

MINGO

Dígote que de vergüeña

estoy ageno de mí.

GIL

¿Que estás ageno de ti?

¡Torna, torna en ti, Dios praga!

Y pues espacio nos vaga,

desasnémonos aquí.

   Entre aquesta buena gente

nos gasagemos un rato,

que allá queda con el hato

Pascuala y Menga Lloriente.

 MINGO

¡Yo te juro a San Crimente

que no sé qué me hazer!

GIL

Tomar gasajo y prazer

como buen zagal valiente.

MINGO

Mucho habras, Gil hermano,

en derecho de tu dedo;

si tú tuviesses mi miedo

no entrarías tan ufano.

GIL

Entra ya, daca la mano.

MINGO

Espera, santiguarm'é,

por que San Jullán me dé

buen estrena este verano.

GIL

Anda ya, que sí dará,

que apero llevas ya dello.

MINGO

Assí espero en Dios de vello.

GIL

Entra, entra, acaba ya.

MINGO

Ora, Gil, sus, anda allá;

Vamos, en nombre de Dios,

que en entrar ambos a dos

algún esfuerço me da.

   Mas quiérote preguntar,

antes que adelante vamos,

si avrán enojo mis amos

que los llegue a saludar;

que trayo para les dar

agora, por cabo de año,

el esquilmo del rebaño,

quanto pude arrebañar.

GIL

Llega, llega, lazerado.

Ahotas que yo te digo

que no les pese contigo,

antes avrán gasajado.

No so yo tan empachado.

MINGO

Tú criástete en palacio.

GIL

Llega agora que ay espacio.

MINGO

Muy bien me has aconsejado.

   Mas tengo mucho temor

de caer en muy gran falta,

que señorança tan alta

requiere muy gran valor.

GIL

No temas, pues lo mejor

es la buena voluntad:

bien sabe su magestad

que eres un pobre pastor.

MINGO

¡Bien dizes, juro a San Pego!

Espérame, Gil, un cacho,

y mira cuán sin empacho

a ver a mis amos llego

con muy chapado sossiego,

más que pastor nunca hu,

y aun quiçás que más que tú,

que has ya sido palaciego.

(MINGO al Duque y a la Duquesa.)

MINGO

¡Nuestramo, que os salve Dios

por muchos años y buenos!

Y a vos, nuestrama, no menos,

y juntos ambos a dos.

Miafé, vengo, juro a ños,

a traeros de buen grado

el esquilmo del ganado,

no tal qual merecéis vos.

   Recebid la voluntad,

tan buena y tanta, que sobra;

los defetos de mi obra

súplalos vuestra bondad.

Siempre, siempre me mandad,

que aquesto estoy desseando;

mi simpleza perdonad,

y a Dios, a Dios os quedad,

que me está Gil esperando.

(MINGO a GIL.)

MINGO

  Pues ¿qué te parece, Gil?

Deslinda tu parecer

GIL

Haslo hecho a mi prazer,

como zagal bien sotil.

MINGO

A grandeza tan gentil

mucho servirla codicio:

por nonada de servicio,

me han hecho mercedes mil.

   Aunque dure a más durar

mi vida por muy gran trecho,

las mercedes que me han hecho

no se las podré pagar.

GIL

En esso no hay que dudar,

todos bien lo perllotramos,

que otros tan chapados amos

nunca se podrán hallar.

   Son amos de maravilla,

sírveles, sírveles, Mingo;

quando fuere gran domingo,

vente siempre a su vigilla

y mucho te les omilla.

Dales de tus cantilenas,

hazme algunas cosas buenas

para la mi Pascualilla.

MINGO

Ya me tientas de pacencia.

¿No basta que la llevaste

y que me la sossacaste,

sin membrarme tal dolencia?

Devrías aver concencia

en tal cosa me pedir.

Aquí podremos dezir:

sobre cuernos, penitencia

GIL

 No te quieras escusar.  

 MINGO

Aquí hago despedida

que, juria Dios, en mi vida

no me vean más trobar

en veras ni por burlar,

quanto más para Pascuala,

que en aquesta mesma sala

por ti me quiso dexar.

   Trobe y cante quien cantare,

que yo te prometo, Gil,

so pena de ruin y vil,

sí yo nunca más trobare,

salvo quando lo mandare

qualquiera destos mis amos.

GIL

Miafé, no te lo creamos.

MINGO

Verlo has desque oy passare.

   Oy haze, por mi dolor,

un año punto por punto

que me dexaste defunto

sin amiga y sin favor,

y te tornaste pastor

por tu provecho y mi daño

GIL

Hagamos oy cabo de año

en memoria del amor.

   Porque más nos gasagemos,

llama a Menga, tu esposilla;

llamaré yo a Pascualilla.

MINGO

Pardiós, si quieres, llamemos.

GIL

Pues, presto, no lo tardemos.

MINGO

¡Ha, Menga!

GIL

¡Pascuala!

PASCUALA [y]
MENGA

¿Praz?

GIL

Venid, tomaréis solaz.

PASCUALA

Esperad, que llugo iremos.

MINGO

 Llugo, llugo, no tardéis,

avréis gasajado un rato.

MENGA

¿Quién quedará con el hato?

GIL

Muy priado os bolveréis;

y aunque un rato lo dexéis,

a buen seguro estará.

PASCUALA

Ora, sus, vamos allá,

pues que vosotros queréis.

   Entra tú primero, Menga

MENGA

Mas primero tú, Pascuala,

que sabes ya bien la sala.

PASCUALA

¡A la miefé, Dios mantenga!

GIL

¡O, qu'en ora buena venga

la vuestra buena compaña!

MENGA

Dome a Dios que esta cabaña

qu'es bien chapada y bien lluenga.

GIL

Pues aquí fue el descordojo

que passamos ora un año.

PASCUALA

Henos aquí donde antaño.

MINGO

Ya se te rehila el ojo,

ya de ti no tengo enojo,

que quiero tanto a mi esposa

que ya no quiero otra cosa

ni me percude otro antojo.

GIL

Déxate de sermonar

en esso, que está escusado.

Démonos a gasajado:

¡a cantar, dançar, bailar!

MINGO

Sea llugo a más tardar

PASCUALA

Ruin sea por quien quedare.

MENGA

Y aun yo, si no os ayudare.

GIL

¡Ea, sus, a gasajar!

 

(Villancico.)

¡Gasagémonos de huzia,

 qu'el pesar

viénese sin le buscar!

   Gasagemos esta vida,

descruziemos del trabajo;

quien pudiere aver gasajo,

del cordojo se despida.

¡Déle, déle despedida,

qu'el pesar

viénese sin le buscar!

   Busquemos los gasajados,

despidamos los enojos;

los que se dan a cordojos

muy presto son debrocados.

¡Descuidemos los cuidados,

qu'el pesar

viénese sin le buscar!

   De los enojos huyamos

con todos nuestros poderes;

andemos tras los plazeres,

los pesares aburramos.

¡Tras los plazeres corramos,

qu'el pesar

viénese sin le buscar!

 

FIN

Hagamos siempre por ser

alegres y gasajosos;

cuidados tristes, pensosos,

huyamos de los tener.

¡Busquemos siempre el plazer,

qu'el pesar

viénese sin le buscar!

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