El camino de las lágrimas
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Luna de miel Huyó, bajo sus velos soñadores, la tarde. Y en los torvos carrizales zumbaba con dulzuras patriarcales el cuerno de los últimos pastores. Entre columnas, ánforas y flores y cúpulas de vivas catedrales, gemí en tu casta desnudez rituales artísticos de eróticos fervores. Luego de aquella voluptuosa angustia que dio a tu faz una belleza mustia, surgiendo entre la gasa cristalina tu seno apareció como la luna de nuestra dicha y su reflejo en una linfa sutil de suavidad felina. |
La
reconciliación |
La
gota amarga
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La sombra dolorosa
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Sobre el rojo diván de seda intacta, con dibujos de exótica gramínea
jadeaba
entre mis brazos tu virgínea Miró el felino con sinuosa línea de ópalo, y en la noche estupefacta, desde el jardín, la Venus curvilínea manifestaba su esbeltez compacta. Ante el alba, que izó nimbos grosellas, ajáronse las últimas estrellas... El Cristo de tu lecho estaba mudo. Y como un huevo, entre el plumón de armiño que un cisne fecundara, tu desnudo seno brotó del virginal corpiño...
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