Libro de Alexandre

(fragmentos)

El mes era de mayo cuando salen las flores,
cuandos vistién los campos de diversas colores;
juntárons' en el campo los dos emperadores
nunca se ajuntaron tales dos nin mejores.
Danïel el profeta, niño de Dios amado,
dentro en Babilonia l'hovo profetizado:
que vernié en la sierra un cabrón mal domado,
quebrantarié los cuernos al carnero doblado.
Este fue Alexandre, de los fechos granados,
Dario fue el carnero de los regnos doblados,
ca Persia e Media, tan buenos dos regnados,
ambos él los mandava, mas fueron quebrantados.
Cuando vio Alexandre tal fazaña de gentes,
començó con cuer malo de amolar los dientes;
dixo a sus barones:
»Amigos e parientes,
quiérovos dezir nuevas, meted en ello mientes.

        »Assaz havedes fechas faziendas muy granadas,

    ya son por tod' el mundo vuestras nuevas sonadas,

son todas sobre nos las tierras acordadas,

ond' es menester que traigamos las espadas.

         »Agora nos devemos por barones preciar,

cuando con tod' el mundo havemos a lidiar;

  nos pocos, ellos muchos,  podrémosnos honrar,

havrán por cunta secula  de nos que fablar.

        »Traen grandes riquezas, tesoros sobejanos;

todos andan por nuestros, si hoviéremos manos;

non vos y quiero parte, amigos e hermanos,

nunca havrán pobreza los que salieren sanos».

       Cuand' hovo Alexandre la razón acabada,

por ferirse con Dario havié cara tornada;

vínole un barrunte de l' otra encontrada,

fizolo percebído d' una fuerte celada.

       Díxol que havié Dario las carreras sembradas

de clavos de tres dientes, las puntas azeradas,

por matar los cavallos,  dañar las peonadas;

si non metiessen mientes,  havrién malas passadas.

       Díxole otra cosa: que en la delantera

aduzié cient mil carros de espessa madera,

que coren por engeño  más que rueda trapera,

todos eran tajantes como foz podadera.

       Cuand sopo el rey toda la antipara,

mandó prender a diestro la su mesnada clara;

guiólos el mismo por medio una xara,

cuando cató Dario, parósele de cara.

       Sepades non les quiso luengo plazo dar,

enderecó la lanca, hovo a derranchar;

a poder de cavallo fuelos a visitar,

tan mal para '1 primero que pudiese alcancar.

       El príncip' Aristómenes, en India fue criado,

cuando lo vio venir tan fuert e tan irado,

sallol' a la carrera firme e denodado,

colpól' en el escudo,  e fizale grant forado.

Fiziera la loriga maestro natural,

era de fin' azero, blanca com' un cristal;

com' havié buen señor, ella fue muy leal,

defendióle el cuerpo que non prisiesse mal.

       Com' era Aristómenes  por natura gigante,

venía cavallero sobr' un grant elefante,

cercado de castillos  de cuesta e delante,

nunca home non vio tan fiero abramante.

       Súpole bien el rey el pleito destajar:

cuando vio que al cuerpo non le podié llegar,

firió al elefante por el diestro ixar,

hóvol' al otro cabo la lanca a echar.

         Como era la bestia mortalmente ferida,

  fue luego man' a mano en tierra abatida,

cayó el filisteo con toda su bastida,

semejava que era  una sierra movida.

       Cuando vio Alexandre que era trastornado

perdonar non le quiso e fue bien acordado

dio de man' a la sierpe que traié al costado,

cortóle la cabeça ant que fues levantado.

       Orcánides, un rey, en Egibto naciera,

otro, un peón fiero que de Siria viniera,

dieron a Alexandre una priessa tan fiera,

maguer que muchas fizo,  en tal nunca se viera.

       Pero en cab de cosa, que vos mucho digamos,

ayudól' su ventura, matólos a entrambos;

y fizo Alexandre  colpes tan señalados,

mientre homes hoviere siempre serán contados.

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...Dizién que por saber  qué fazen los pescados,

cómo biven los chicos entre los más granados,

fizo arca de vidrio con muzos bien cerrados,

metióse él de dentro con dos de sus criados.

       Éstos fueron catados de todos los mejores,

por tal que non hoviessen dono los traidores,

quan que él o que ellos havién aguardadores,

non farién a su guisa  los malos reboltores.

       Fue de buena betume la cuba aguisada,

fue con buenas cadenas bien presa e calçada,

fue con priegos bien firmes  a las naves pregada,

que fundir non se podiesse e esto diesse colgada.

       Mandó que lo dexassen quinze días durar,

las naves con tod' esto pensassen de andar;

assaz podrié en esto  saber e mesurar,

e meter en escripto los secretos del mar.

       La cuba fue echada  en que el rey yazié,

a los unos pesava, a los otros plazié;

bien cuidavan algunos  que nunca ende saldrié,

mas destajado era  que en mar non morrié.

       Andava el buen rey  en su casa cerrada,

sedié grant coracón en angosta posada,

veié toda la mar de pescados poblada,

non es bestia en siglo que non fues' y trabada.

       Non bive en el mundo ninguna criatura

que non cría el mar  semejant figura;

traen enemistades entre sí por natura,

los fuertes a los flacos danles mala ventura.

         Estonçes vio el rey en aquellas andadas

cóm' echan los unos a los otros çeladas;

  dizen que ende fueran presas e sossacadas,

fueron desent' acá   en el siglo  usadas.

       Tanto se acogién al réy los pescados

como si los hoviesse por armas sobjudgados;

vinién fasta la cuba  todos cabez' colgados,

tremién todos ant' él  como moços mojados.

      Jurava Alexandre por el su diestrolado

que nunca fue de homes mejor acompañado;

de los pueblos del mar tovos por pagado,

contava que havié grant imperio ganado.

       Otra fazaña vio en essos pobladores:

vío que los mayores  comién a los menores,

los chicos a los grandes  teniénlos por señores,

maltraién los más fuertes  a todos los menores.

       Dize el rey: «Sobervia es en todos lugares,

es fuerça en la tierra e dentro en los mares,

las aves esso mismo, non se catan por pares;

Dios confonda tal vicio que tien tantos lugares.

       »Nació entre los ángeles, fizo muchos caer,

derramó por las tierras, dióle Dios grant poder,

la mesura non puede  su derecho haver,

ascondió su cabeça,  non osa pareçer.

       »Qui más puede más faze,  non de bien mas de mal;

qui más ha más quiere, muere por ganar al;

non verié de su grado ninguno su egual;

mal pecado, ninguno  non es a Dios leal.

       »Las aves e las bestias,  los homes, los pescados,

todos son entre sí a vandos derramados;

de vicio de superbia son todos entecados,

los flacos de los fuertes andan desafiados».

       Si como lo sabié el rey bien asmar

quisiesse a sí mismo a derechas judgar,

bien devié un poquillo su lengua refrenar,

que tan fieras grandías  non quisiesse bafar.

       De su grado el rey más hoviera estado,

mas a sus criazones faziéseles pesado;

temiendo ocasión que suel venir privado,

sacáronlo bien ante del término passado.

       Fueron con su señor  alegres las mesnadas,

vinieron todas veerlo menudas e granadas,

besávanle las manos  tres o cuatro vegadas ,

dizién: «Agora somos,  señor, resucitadas».

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