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-Cuentos, trabalenguas y adivinanzas de la tradición oral española (con Antonio Martínez Menchén) |
El relato popular como instrumento pedagógico. En un hermoso estudio, Las muchedumbres solitarias, Riesman ha estudiado el papel de narradores de historias como agentes de socialización. El sociólogo americano demuestra cómo en el cuadro de lo que él denomina la sociedad tradicional el narrador de cuentos ocupa un papel destacado en la transmisión de los valores que sustenta este tipo de sociedad. Vladimir Propp también ha explicado detenidamente en Las raíces históricas del cuento el papel iniciático del relato: en las sociedades cazadoras se sometía al joven a una serie de ceremonias para iniciarle en los secretos de la caza, de la vida y de la muerte. Durante estas ceremonias se contaban relatos dramatizados que seguían los mismos pasos del neófito y servían como explicación y modelo de conducta. El mito y el cuento servirían para la explicación del rito, si bien el cuento fue liberándose poco a poco del rito y adquiriendo una vida oral independiente y, con ello, una mayor riqueza literaria. Pero si el cuento maravilloso es un importante agente pedagógico en sociedades cazadoras o de economía predominantemente agraria, el problema que se plantea es si en una sociedad como la actual puede ofrecer alguna posibilidad educativa. La primera contradicción que se podría señalar es en la forma en que se dan los relatos. La forma tradicional de narración oral ha sido sustituida por la narración dramatizada y recogida en formato electrónico. Saliendo al paso de esta primera objeción, conviene recordar que el cuento ha ido cambiando sus formas de transmisión en distintas sociedades sin perder por ello sus virtudes, de la misma manera que no las han perdido las obras medievales al trasladarse del pergamino a la obra impresa. Hoy aún recordamos la vieja escena de la madre o la abuela sentada junto al amplio hogar campesino y narrando una historia de encantamientos a los pequeños acompañada por el crepitar de las llamas y el ulular del viento en la chimenea. Sin embargo, el ambiente sería muy distinto cuando el relato maravilloso servía para la iniciación de los jóvenes en las sociedades cazadoras. Allí los jóvenes eran apartados de la comunidad para pasar un tiempo en el bosque sometidos a todo tipo de pruebas, entre las que se incluían las torturas físicas y la simulación de la muerte del iniciado. En la representación dramatizada del relato, sin duda debía de intervenir el neófito representando distintos papeles e integrando, de hecho, los episodios del relato en su propia historia. Así pues, el que las formas de transmisión sean diferentes entre unas sociedades y otras significa sólo que hemos adaptado los medios de transmisión a las peculiaridades de nuestra sociedad. Considérese, además, que ello ocurre con casi todas las manifestaciones artísticas y literarias, y que seguimos gozando con las pinturas rupestres o con las obras atribuidas a Homero aun cuando nuestro contacto con estas obras sea muy distinto al de aquellos para quienes unas y otras fueron originariamente concebidas. Ahora bien, el que el niño se sienta más cerca del medio por el que se transmiten estos relatos (con sus correspondientes efectos especiales y de dramatización en unos códigos auditivos que le resultan muy familiares) no anula la posibilidad de recrear el cuento en otras condiciones. Tanto a partir de las grabaciones como de los guiones que se incluyen en este libro, la profesora y los padres hallarán nn material adecuado para «contar historias al amor de la lumbre». Porque el cuento que se transmite de viva voz es algo más que una mera sucesión de hechos más o menos extraordinarios. Es una fonética específica, unos determinados giros idiomáticos que tienden a estereotiparse de acuerdo con cada unidad de procedencia; unas unidades suprasegmentales que, en último término, hacen referencia directa al mundo afectivo del narrador y de los oyentes, y, desde luego, un segundo lenguaje mímico que completa el hablado y que determina que, no ya el cuento en sí, sino el cuento contado por una determinada persona, que pertenece a un determinado círculo cultural y ocupa un determinado rol en la unidad familiar de la que también forma parte el auditorio, constituya una experiencia única y, a la vez, socializadora. De ahí que, en la necesaria colaboración entre padres y profesores que se plantea en estos niveles educativos, unos y otros deban recrear las historias en sus ámbitos respectivos, contarlas atendiendo a la introducción de estos giros y peculiaridades a los que hacíamos referencia para contribuir al pleno desarrollo de la personalidad. No se trata, en suma, de sustituir las relaciones afectivas entre el narrador y sus oyentes, sino de facilitarlas, para lo cual se ofrecen no sólo unos materiales idóneos, sino un conjunto de sugerencias didácticas que permiten la utilización en el aula y en el hogar de cuentos, trabalenguas y adivinanzas. Y esto en base a unos valores psicopedagógicos constatados en muchos siglos de existencia de estos géneros de transmisión oral, que hoy vienen avalados por la opinión de expertos en distintos campos. Porque si bien el relato o el mito pueden utilizarse pedagógicamente en distintas etapas escolares, estas grabaciones han sido pensadas fundamentalmente para niños entre tres y ocho años. Estamos, pues, en la etapa que Piaget denomina egocéntrica, en la cual juega un papel primordial la función simbólica del pensamiento, función que encuentra en el juego simbólico del niño su más cabal expresión. Ahora bien, una buena parte de los mecanismos de esta función simbólica se encuentra también en los cuentos tradicionales y, muy especialmente, en los cuentos maravillosos. Desde el valor del nombre a la lógica de la contigüidad, son múltiples las posibles analogías que se haIlan entre el proceso de simbolización del relato de encantamiento y del pensamiento infantil. De ahí que el niño se encuentre dentro de un determinado orden mental que le resulta propio y familiar, y que le sirve para ir desarrollando su propio mundo de una forma natural, en la ruta hacia una etapa ulterior que, con frecuencia, acelera excesivamente el forzado ritmo de socialización impuesto por la escuela. Como se señala en el currículo de Educación Infantil, la función de adaptación y socialización adquiere un significado especial: «El niño debe aprender a convivir en un entorno distinto hasta el que le ha acogido hasta el momento (el familiar), y a relacionarse de forma diversa a como lo ha hecho hasta ahora. La necesidad de compartir personas significativas, juguetes, espacios, etc., así como la separación de la casa y los padres, se presenta en el Centro como algo inherente a su propia estructura y funcionamiento, y como exigencias que resultan novedosas». Por otra parte, son también múltiples las relaciones que guarda el lenguaje egocéntrico con las fórmulas repetitivas, rimadas, ritualistas, que contienen una buena parte de los géneros de transmisión oral (pensemos, por ejemplo, en los cuentos acumulativos, en los trabalenguas, en las adivinanzas). El cuento maravilloso es también un rico estímulo para nuestra fantasía. Entre los factores que determinan el desarrollo de la fantasía, y con independencia de la identificación e imitación de los modelos familiares, se ha constatado la importancia primordial de los relatos y del intercambio que los pequeños oyentes pueden hacer de los mismos. Cada vez se tiende a dar más importancia a la fantasía como un elemento de interiorización progresiva de respuesta a un planteamiento lógico. Hartmann observa que la fantasía puede damos un mayor conocimiento de nuestros procesos psíquicos y, por ello mismo, aumentar nuestros poderes de captación del mundo exterior. En definitiva, la capacidad de fantasear no supone ese peligro para la inteligencia que suponían nuestros antiguos dómines, sino un importante medio para el desarrollo de la misma y, como indica Bettelheim, para liberarnos de nuestros fantasmas. El cuento popular _y especialmente el relato maravilloso_ tiene una estructura rígida que constituye todo un sistema lógico. En su conocido estudio titulado Morfología del cuento Vladimir Propp dice que el cuento de encantamiento viene definido por presentar una estructura propia, determinada por la aparición de un número restringido de funciones que se presentan ordenadas de acuerdo con unos esquemas rígidos. Propp define la función como la «acción de un personaje desde el punto de vista de la intriga», y precisa a continuación que «los elementos constantes, permanentes del cuento, son las funciones de los personajes, sean cuales fueren estos personajes y sea cual sea la manera en que cumplen esas funciones. Las funciones son las partes constitutivas fundamentales del cuento». Dada la estrecha relación que el cuento de encantamiento guarda con el mito _según ya hemos indicado, muchos investigadores sostienen que el cuento es tan sólo un mito que ha perdido su función ritual y ha enriquecido su función narrativa_ no es de extrañar que el análisis del mito por parte de Lévi-Strauss guarde una gran semejanza con el realizado por Propp del cuento maravilloso, asignándole el papel fundamental de estructuración que Propp otorga a las funciones a grandes unidades significativas que hay que buscar a nivel de frase, llamada mitemas por Lévi-Strauss. Pues bien, Lévi-Strauss sostiene que estos mitemas se estructuran conformando unos haces de relaciones que presentan una relación simbólica y lógica. y recalca la aparición de una lógica en el mito que opera por medio de oposiciones binarias, y que coincide con las primeras manifestaciones del simbolismo. Funciones y mitemas vienen, pues, a coincidir, y permiten estructurar el cuento en una serie de unidades sintagmáticas que se mueven a base de oposiciones binarias, estableciendo superaciones sintéticas entre los elementos antitéticos. Esta clase de relatos está determinada por una estructura lógica muy rígida, estructura que jugará un papel muy importante en el desarrollo intelectual del niño, al proporcionarle unos esquemas de pensamiento válidos, con independencia de los significados que estos esquemas impliquen. Más aún: además de los valores que el cuento maravilloso presenta desde el punto de vista del conocimiento infantil, es en el desarrollo de la personalidad donde el relato popular resulta más enriquecedor. A partir de los estudios psicoanalíticos, y especialmente de los trabajos de Bruno Bettelheim, el valor del relato maravilloso para el desarrollo de la personalidad del niño se nos presenta como algo incuestionable. En .primer lugar, como señala Bettelheim, los cuentos de hadas permiten que el niño supere sus propias fantasías. En cuanto que el esquema va de un principio real a un final real, con todo un intermedio fantástico, le enseña al niño que su fantasía, si bien es necesaria, no debe considerarse como algo permanente, sino como algo que puede abandonar para integrarse en el mundo de la realidad. Y esto sin crearle un conflicto de culpabilidad por sus propias fantasías, conflicto que tantas veces se produce cuando el adulto, demasiado ansioso por la socialización del niño, se las niega para acuciarle con una realidad que las cuestiona. El cuento maravilloso enseña al niño que su mundo interno es un mundo real, pero le enseña también que tarde o temprano deberá abandonarlo para asumir ese otro mundo real en que su yo se encuentra inserto. Desde este aspecto de desarrollo de la personalidad, el cuento de encantamiento permite al niño liberarse de sus fantasmas inconscientes. Tomará conciencia de estos procesos inconscientes, se librará de ellos mediante los mecanismos de identificación, de sublimación, de desdoblamiento. Como dice Bettelheim en Psicoanálisis de los cuentos de hadas : «el niño podrá empezar a ordenar sus tendencias contradictorias cuando todos sus pensamientos llenos de deseos se expresen a través de una bruja malvada; sus temores, a través de un lobo hambriento; las exigencias de su conciencia, a través de un sabio, hallado durante las peripecias del protagonista, y sus celos a través de un animal que arranca los ojos a sus rivales. Cuando este proceso comience, el niño irá superando cada vez más el caos incontrolable en que antes se hallaba sumergido». En el cuento, el niño sublimará sus instintos reprimidos, superará sus complejos, afirmará su propia identidad y vencerá sus frustraciones. Todo ello le ayudará a integrarse en el mundo sin tener que renunciar a su yo. Este somero enunciado de los valores lógicos y catárticos de los cuentos de encantamiento debería dispensamos de cualquier otro argumento en su defensa. Sin embargo, no podemos olvidar que los cuentos infantiles sustentan también determinados valores morales y que, por ello, ha sido cuestionado su valor pedagógico desde algunos sectores. Tal vez la crítica moderna más extendida sea la del «machismo» del relato popular. En esta línea se ha llegado a proponer la creación de nuevos cuentos donde los roles masculino y femenino se traten de acuerdo con los principios de una sociedad igualitaria. Antes de nada, conviene dejar claro que, en líneas generales, aceptamos que el relato maravilloso pudiera ser «machista», si es que tal adjetivo tiene sentido aplicado anacrónicamente. Porque, siguiendo la misma línea argumental, habría que reescribir casi toda la producción literaria antes (y aun después) del siglo XIX. Si nos guiamos por este análisis para juzgar La Iliada, Las mil y una noches o cualquier otra obra narrativa, lírica o dramática de cualquier época tendremos que concluir que es muy contraproducente enseñar a los niños unas obras que parten de la consideración de la mujer como esclava que se disputan los jefes cual si fuera un objeto de consumo, de una jovencita que debe distraer todas las noches a su marido para que no le corte la cabeza, de unas ninfas destinadas a bordar o de millones de mujeres destinadas a servir de adorno para que los poetas canten sus bellezas virginales. Pero, además del absurdo que significa analizar una obra fuera de la sociedad donde surgió (y, por ello mismo, no distinguir entre «las voces y los ecos», que dijo Machado), muchas veces las acusaciones de machistas no parten tampoco de un auténtico conocimiento de estos relatos. En primer lugar, se parte de versiones comercializadas, edulcoradas y adaptadas a la sociedad de consumo, no de las versiones que el pueblo ha ido transmitiendo de viva voz durante muchas generaciones. Así hemos leído la crítica de «Blancanieves y los siete enanitos» que partía de una versión absolutamente espuria de este relato. Porque, frente a esta moderna «adaptación» a los valores morales de nuestra sociedad, en todas las versiones conocidas se repite el mismo motivo: la doncella vive en la cabaña con los «hermanos del bosque». El tema ha sido analizado desde diferentes puntos de vista: desde el rito de la joven que se inicia en la sexualidad con varios hombres antes de fundar una pareja estable a la que aportará los hijos tenidos durante esta convivencia, hasta las labores que algunas doncellas debían desempeñar en los grupos de los iniciados, dentro de unas relaciones severamente establecidas. En cualquier caso, la convivencia de una joven con siete hombres pareció mal a los censo-adaptadores modernos y los transformaron en enanitos, transformación de la cual, afortunadamente, no se han enterado los pueblos que siguen transmitiendo el relato de viva voz. Al margen de esta historia casi anecdótica, conviene señalar que en muchos relatos populares el papel de la mujer es tremendamente activo para la sociedad en que se transmitían los cuentos. Considérese, por ejemplo, un conjunto muy apreciable de relatos en los que el ingenio femenino triunfa sobre la cortedad de miras del varón, reducido a mera comparsa, e incluso otros en los que es la heroína quien adopta el papel protagonista bien para derrotar al malo (La mano negra) bien para ir salvando a su torpe prometido de todos los peligros. Tal vez Blancaflor, la hija del diablo sea el ejemplo más logrado de esta clase de relato. Todo lo cual en absoluto significa que en muchos relatos populares no exista un claro antifeminismo, al igual que otros valores cuestionables propios del entorno social donde se producen. Este entorno es el de la sociedad estamental. En dicha sociedad, la riqueza es ante todo una riqueza inmobiliaria (la posesión de la tierra) y la situación de cada individuo viene prefijada por su pertenencia a un estamento inmodificable. Esto llevará a un orden rígido de jerarquización, a un bajo nivel de aspiración; a una concepción del saber como tradición, con la consiguiente subordinación a los mayores, depositarios de esta sabiduría tradicional. De ahí que parte de esta ética esté recogida en muchos de los cuentos populares, de la misma manera que también lo están otros valores que, aunque hayan sido desechados en la práctica por nuestra sociedad contemporánea, deberían seguir teniendo vigencia: por ejemplo, el del respeto a los mayores preconizado por esta clase de relatos que nos parece bastante adecuado para la educación de unos niños destinados a integrarse en una sociedad que arrumba a los ancianos como a trastos viejos. En cualquier caso, consideramos que la discusión no debe plantearse en estos términos, sino a partir de la consideración de una premisa fundamental: el cuento maravilloso se mueve a un doble nivel: el de la fantasía y el de la realidad. En un sentido freudiano, fantasía es lo que está protegido de las alteraciones culturales y permanece ligado al principio del placer frente al resto del aparato mental, subordinado al principio de la realidad. Lo fantástico queda fuera de lo útil, para permanecer unido a la satisfacción libidinosa de una forma más o menos inconsciente y sublimada. Lo útil viene determinado por las exigencias culturales dentro de las cuales se desarrolla el individuo, exigencias que a su vez serán la consecuencia de una determinada organización económico social. Así pues, si por una parte el cuento tiene una dimensión ético-utilitaria propugnando un determinado sistema de valores, por otra presenta un aspecto liberador de esos valores que, en cuanto limitadores del principio del placer, son atacados por la carga subconsciente del relato fantástico. Pero lo importante es que, si el principio del placer no está sujeto a ninguna limitación temporal, ya que es independiente de los condicionamientos culturales, el principio de la realidad al que hace referencia el aspecto ético-utilitario del relato sí que depende de este condicionamiento cultural que viene determinado por el tiempo. O en otras palabras: lo que el cuento tiene de fantástico permanece; lo que tiene de real _es decir, su mundo cultural, su mundo de creencias y valores_ es perecedero. Por ello al niño le resultará muy fácil ignorar toda la carga moralizante del relato, todos los valores éticos que en él subyacen; le resulta muy fácil ignorar la moraleja. Máxime cuando esta moraleja se basa en un mundo que para el niño se presenta tan lejano y fantástico como todas las peripecias extraordinarias del relato maravilloso; un mundo que le niega a cada momento su propio entorno real. Y es este entorno real _la escuela, su propia familia, los mensajes de los medios de comunicación de masas_ el que realmente va a constituirse en ese medio de socialización del niño que en otras sociedades fue el cuento. Pero el cuento seguirá ejerciendo otra función. La de proporcionar unas determinadas estructuras lógicas que están en consonancia con su desarrollo mental, y la de descargarle de una serie de tensiones y conflictos que podrían bloquear su desarrollo psicológico. Por ello siempre hemos considerado desdichado el intento de corregir o recrear los relatos tradicionales, según los valores hoy vigentes en nuestra sociedad. Porque, como han demostrado los especialistas, el relato folclórico presenta una estructura rígida, que no puede alterarse sin destruirse. Esa mezcla de elementos fantásticos y reales constituye una unidad inmodificable. Cualquier alteración romperá la verdad del relato, la verdad de esa estructura que viene determinada por la historia. El cuento es así porque ha surgido en un momento histórico determinado, en una sociedad determinada, que tenía una lógica, unos mitos y unos valores determinados. Y esa lógica, esos mitos y esos valores son algo unitario que no se puede modificar parcialmente. Un cuento de hadas no se puede improvisar. Hay que tomarlo tal como el desarrollo histórico nos lo legó _con sus modificaciones localistas, con sus yuxtaposiciones y diferencias, producto de su paso por diversos pueblos y tiempos que, sin embargo, tenían en su diversidad una base común: la pertenencia a la cultura estamental, a la cultura de la tierra donde se hizo el mito_ y enseñar a los niños a tener una actitud de curiosidad y respeto hacia estas manifestaciones culturales. Así se expresa en el currículo de Educación Infantil: «Aunque el lenguaje oral se estimule continuamente, la utilización de cuentos y relatos se presta particularmente bien a realizar dicha estimulación. Entre otras cosas, porque ofrece ocasión de utilizar con los pequeños un tipo de lenguaje que presenta unas características muy específicas. Se trata, en efecto, de un lenguaje en buena parte descontextualizado, ya que no puede apoyarse exclusivamente en realidades presentes. El lenguaje crea el contexto, y ello confiere a los cuentos un carácter específico. Por todo ello, el cuento o el relato nunca deben ser considerados como un relleno, sino como una acción didáctica llena de sentido. En la medida en que el relato o la narración son convenientemente presentados, se motiva e incita a los niños a introducirse, exclusivamente a través del lenguaje, en mundos distintos al suyo, lo que revierte en una utilización más rica y ajustada de ese instrumento (... ). Pero los cuentos no sólo tienen interés porque llevan la mente del niño más allá del presente. Tienen también interés porque a través de ellos el niño hace muchos aprendizajes sobre el mundo físico y social, sobre cosas, fenómenos y relaciones, sobre actitudes, normas y valores.» |
Sobre el uso en la escuela de las
grabaciones Ante todo, debemos destacar que estamos pensando en una participación activa del niño, por lo que debe evitarse convertir al niño en un simple auditor de textos con los que se le mantiene entretenido durante un tiempo determinado. Hay que tener en cuenta que en la narración oral, el oyente puede interrumpir _y de hecho interrumpe_ múltiples veces a la narradora, planteándole las más diversas cuestiones que muchas veces terminan en una discusión generalizada. Puede considerarse que el medio mecánico en que se presentan las narraciones dificulta este tipo de participación. Sin embargo, el profesor deberá favorecer la participación activa deteniendo la reproducción cuando se produzcan preguntas o intervenciones, planteando él mismo preguntas sobre el contenido o los episodios de la narración que se está escuchando, pidiendo que imaginen un final a partir de lo ya relatado, etc. De esta manera, además de fomentar una serie de estrategias cognitivas del máximo interés para aprendizajes posteriores, se está dando paso a actividades estrechamente relacionadas con la capacidad de comprensión, síntesis y creatividad. Naturalmente, esta clase de audición activa va en contra de un empacho de narraciones (creemos que no se debe escuchar y trabajar más de una narración larga o dos más cortas por día), y exige un trabajo de preparación previa por parte del equipo docente, para lo cual hemos incluido en esta guía los guiones de los cuentos, trabalenguas y adivinanzas, una ficha introductoria sobre el relato y una serie de sugerencias para actividades. El guión del relato permite que el profesor seleccione una serie de términos empleados en el mismo que pueden ser desconocidos para el niño, y que posibilitan distintos trabajos de vocabulario tanto antes de la audición del cuento como después de la misma. Así, la profesora elegirá una serie de palabras para trabajarlas contextualizadamente hasta asegurarse de que los niños comprenden su significado y las emplean correctamente. Téngase en cuenta que hemos huido en las adaptaciones de los relatos de todo intento de simplificación del lenguaje, procurando incluir voces y giros populares, y muy especialmente aquellos que hacen referencia a la sociedad agrícola en la que el cuento adquiere gran auge. También hemos buscado expresiones literarias que resultan igualmente enriquecedoras del lenguaje infantil, tan amenazado por el habla de los medios de difusión y comunicación actuales. Como se puede ver en algunas de las actividades sugeridas para los relatos, estos giros y expresiones no sólo permitirán una serie de ejercicios de comunicación sobre los cuentos, sino sobre otros medios y culturas que resultan desconocidos para el niño urbano: cuáles son las labores que se realizan en el campo, cómo se imaginan la vida de un niño en una aldea, qué cuidado requieren los animales... Además de los diálogos que deben acompañar a cada cuento, resulta de gran importancia el que se estimule la imaginación del niño y su contribución activa y creativa al trabajo sobre las narraciones. Se suele decir que, en la sociedad moderna, los niños y los jóvenes tienen grandes dificultades de expresión o se expresan de manera incorrecta. Sin embargo, se olvida que el niño actual tiene un papel mucho más pasivo que sus antepasados, porque hoy el necesario equilibrio entre emisor y receptor se ha roto para primar una cultura basada en la recepción y no en la emisión de mensajes. De ahí que resulta crucial el que los textos de este método se utilicen para que los niños vuelvan a contar alguno de los cuentos escuchados, algún otro relato que ellos sepan, para inventarse entre todos un cuento partiendo de unos motivos que previamente han discutido con la ayuda del profesor y, tras los ensayos necesarios, recogerlo en grabaciones para discutir sobre su propia obra. En la misma línea resultará muy útil imaginar distintos cambios en los personajes o en la acción del relato (especialmente en el final) e intercambiar opiniones sobre la conveniencia o no de estas alteraciones. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si el protagonista fuera un chico en lugar de una chica, o si sus padres fueran reyes en vez de humildes labradores o si al final el ogro se convirtiese en ratón y no muriese ... ? Además de fomentar la capacidad expresiva de los alumnos, los ejercicios de esta índole servirán para iniciarles en una actividad esencial para su futuro como escolares y ciudadanos: la crítica razonada de las manifestaciones artísticas y culturales propias o ajenas. Trabalenguas y adivinanzas suponen, a nuestro entender, un complemento idóneo para los ejercicios de lógica, de comprensión y expresión verbal. En lo que a las adivinanzas se refiere, debe tenerse en cuenta que se utilizan en las sociedades no tecnificadas como un test de agudeza e ingenio, a la par que como un motivo de entretenimiento. Cuando la palabra tiene todavía una aureola mágica es lógico pensar que la habilidad para jugar con ellas, para buscarle relaciones y significados ocultos sea una de las más apreciadas. De ahí el encanto que las adivinanzas tienen para los niños. Las que se presentan en estas grabaciones son ejemplos muy comunes de la tradición popular y literaria. La mayor parte de ellas se basa en el calambur, recurso literario o chiste que consiste en que las sílabas o las letras de una expresión tienen un significado completamente distinto variando el lugar de separación de las palabras. Como es sabido, este recurso fue utilizado frecuentemente por los escritores de nuestro Siglo de Oro: «A este Lopico, lo pico», «Con dados ganan condados» ... La facilidad de componer y descomponer palabras para crear vocablos nuevos de nuestro idioma permitirá al profesor realizar numerosos chistes, adivinanzas y juegos de ingenio con los niños, tanto a partir de las adivinanzas escuchadas como de los chistes que se basan en este recurso o de grupos de palabras previamente preparadas por el profesor para que los niños descubran su transformación en mensajes distintos con los cuales construir nuevos chistes o las adivinanzas. Los trabalenguas servirán asimismo para un conjunto importante de ejercicios relacionados con la expresión oral. En la selección que hemos hecho de los mismos se ha procurado elegir aquellos que suponen prácticas con algunos de los fonemas cuya pronunciación resulta más dificultosa para la mayoría de los alumnos. En los apartados de Actividades sugeridas, recogemos también algunos trabalenguas y adivinanzas no incluidos en las grabaciones y que pueden servir de ayuda a la profesora para realizar múltiples ejercicios. En cualquier caso, será la profesora quien decida en qué sonidos conviene insistir con unos u otros alumnos, siempre de acuerdo con sus respectivos niveles de dominio fonético del idioma. Considérese, además, que el alcanzar un adecuado nivel de expresión oral resulta también fundamental para el posterior dominio del lenguaje escrito. Por ello, se deberá ir anotando cuidadosamente las peculiaridades fonéticas de cada alumno no sólo para procurar que repita aquellos trabalenguas que sirvan mejor para ayudarle a vencer las dificultades que haya mostrado al repetir un trabalenguas determinado, sino también para plantear otros ejercicios complementarios: búsqueda colectiva de palabras que contengan los sonidos que deben practicarse, frases en las que predominen dichos fonemas, imitación de ruidos que los recuerden, invención de voces animales, onomatopeyas, etc. De esta manera, los trabalenguas servirán como un ejercicio de refuerzo de las aptitudes y habilidades lingilisticas de los alumnos y como un test muy útil para la programación de actividades relacionadas con el lenguaje oral. Si los trabajos sobre el lenguaje son los más importantes, no son los únicos que pueden realizarse con los cuentos, trabalenguas y adivinanzas recogidos en estas cintas. Los relatos ofrecen motivos muy sugerentes para crear trabajos de expresión plástica sugiriéndoles que dibujen la escena o el personaje del cuento que prefieran, utilizando plastilina para hacer una casa o un castillo, llevando materiales a clase para hacer un collage... Especialmente interesante en este sentido nos parece la posibilidad de recrear colectivamente un relato de manera plástica. Cada uno de los niños dibujará una escena y luego las iremos ordenando para formar un libro de imágenes del cuento y, a partir de ellas, hacer que vayan narrando el relato. El libro así creado puede coserse o convertirse en mural o conjunto de murales. También los relatos permiten múltiples actividades de expresión corporal. No solo podemos representar mímicamente el cuento, sino detenernos en aquellos momentos que resulten más adecuados para la expresión de los sentimientos y emociones de los personajes a través del gesto y el movimiento: tristeza, miedo, sorpresa, enfado,alegría, etc. Los cuentos ofrecen igualmente excelentes oportunidades para el juego dramático que sirva para un trabajo globalizado: confección de disfraces, aprendizaje y recitado de pequeños fragmentos, control de los movimientos en el aula, dibujo de decorados, efectos musicales y sonoros que podríamos poner bien tomándolos de otras grabaciones, bien creándolos nosotros mismos, medida del aula utilizando nuestros pasos o cualquier otro sistema patrón arbitrario, ejercicios de psicomotricidad como fingir caerse, levantarse muy despacio, andar muy lentamente imitando el trote de un caballo, etc. Como puede observarse en el apartado de Actividades sugeridas que se ofrece después de cada relato, éstos ofrecen múltiples posibilidades para ejercicios relacionadas con el conocimiento del Medio. Deberá insistirse en aquellas actividades relacionadas con el mundo animal tanto por el gran atractivo que la vida de los animales tiene para los niños de estas edades, como por la importancia del estudio sistemático de los seres vivos para poner en juego procedimientos de observación, recogida de datos, etcétera. Obviamente, junto a estas actividades cada relato permite el estudio sobre las relaciones y formas de vida de otros grupos sociales, comparándolos y relacionándolos con los principales grupos sociales de los que el niño es miembro. Por ejemplo, los reyes y castillos nos permiten el estudio de las distintas clases de viviendas, de las peculiaridades de la familia del protagonista del relato comparándolas con la nuestra y con las de otras culturas. Teniendo en cuenta que en toda la etapa de Educación Infantil la función educativa del centro debe ser complementaria y compensadora de la que se ejerce en la familia, estos materiales servirán también para que el profesor sugiera en las reuniones de padres qué actividades resultan más adecuadas para los niños en general y para algunos en particular, de acuerdo con lo que haya ido observando en el desarrollo de las clases sobre la personalidad del.niño. En resumen: las grabaciones deben de tomarse dentro del ámbito escolar como un material inserto en un proyecto educativo general y también como una pauta sobre la cual el equipo docente podrá desarrollar un amplio programa de trabajo de acuerdo con las características del grupo y de cada niño: conocimientos previos, aptitudes y grado de motivación, nivel de desarrollo psicológico... |
Breve estudio, guión y ficha didáctica de los cuentos |
El Rey Lagarto
PULSA
AQUÍ
PARA LEER EL RELATO DE EROS Y PSIQUIS DE APULEYO |
EL REY LAGARTO PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
Expresión plástica:
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Hemos tomado este cuento de la recopilación de Fernán
Caballero. Pertenece al género moralizante, con una indudable influencia oriental
marcada por ese sentimiento de fatalismo hacia los designios del sino. En
Las mil y una
noches son frecuentes |
PICO, PICO, A VER SI ME PONGO RICO
a ver
si me pongo rico.
Yo pobre lo quise, PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
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El príncipe español Está incluido, dentro de la clasificación de Espinosa, en el grupo de La princesa encantada. Pertenece a un grupo muy difundido, cuyo esquema es el siguiente:
Desde el caballo como auxiliar mágico al castillo encantado y su significado en los ritos de iniciación, pasando por los animales auxiliares como alma extrañada, todos los elementos de este relato aparecen en otros muchos de la serie de cuentos de encantamiento. Sólo indicaremos que, si bien el rito del aceite hirviendo se encuentra ya en la leyenda de Medea, también aparece en otros cuentos populares, entre ellos, como indica Espinosa, en los del ciclo cuyo tema son los viajes de Cristo y San Pedro. Y si bien el fuego como elemento regenerador es una idea propia de las viejas mitologías (aparece ya en el ciclo de Osiris), pensamos que en estos relatos está más en relación con las ordalías, marcando con ello el carácter medieval que, con independencia de sus remotos orígenes, tiene este tipo de narraciones. |
EL PRÍNCIPE ESPAÑOL PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
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Muy conocido en toda Europa, especialmente en los países bálticos, existen más
de veinte versiones recogidas en la península Ibérica de donde pasó a
Hispanoamérica. |
LA MANO NEGRA
Narradora: Había una vez un leñador que era muy pobre, muy pobre, y tenía
tres hijas. Y la menor de las hijas era muy lista y muy guapa. Y un día que el
leñador fue al bosque a cortar leña, se encontró un árbol muy grande y se dijo:
«voy a
hacer leña de este árbol». Mas apenas había descargado el primer hachazo, el
leñador
sintió una voz que decía: «¿quién tira de mis cabellos?», y vio que del árbol
salía
una columna de humo negro que pronto tomaba la forma de un hombre gigantesco
que, dirigiéndose al aterrado leñador, le dijo: PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
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Para esta adaptación hemos seguido la versión de Fernán Caballero. El relato coincide sustancialmente con el de Espinosa El Castillo de Irás y no Volverás _éste es el título más generalizado dentro de las versiones hispánicas_ correspondiente a Los dos hermanos, número 303 de la clasificación de Aarne-Thompson. Según Ranke, el arquetipo primitivo de esta clase de relatos es el siguiente:
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LOS CABALLEROS DEL PEZ Narradora: Pues señor, había una vez un pobre zapatero que, cansado de su
oficio,
se metió a pescador. Y el primer día que fue a pescar echó las redes y sólo sacó
unas cuantas quisquillas. Y el segundo día repitió con la misma mala fortuna.
Pero el tercer día sacó un hermoso pez plateado. Y cuando iba a meterlo en la pecera
se
llevó la gran sorpresa viendo que el pez le hablaba así: PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
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Tomado de un cuento recogido por Espinosa en la provincia de Ávila, la mujer
golosa es una mezcla de relato moralizante de tono festivo, de
magia,
tanto por la intervención de la bruja, como por esas habas parlantes que muy
bien
pueden representar el concepto tan caro a la mentalidad primitiva del alma
extrañada. |
LA MUJER GOLOSA Narradora:
Pues señor, esto era un cazador que tenía una mujer tan golosa que
si el hombre traía una perdiz o una liebre, después de guisarla se la comía y a
su
marido le dejaba sólo el caldo, diciendo que la carne se la había comido el
gato. Y
un día su marido, cansado de aquella ansia de su mujer, visitó a una bruja que
vivía
en el bosque donde iba a cazar y le contó lo que le pasaba. Entonces la bruja le
dijo: PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
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Clasificado por Espinosa entre los Cuentos Picarescos, Juan de las Cabras
es un
relato que, aunque generalizado en toda Europa, tiene raíces muy españolas, pues
es en la Península donde se encuentran las versiones más variadas y completas. |
JUAN DE LAS CABRAS Narradora: Pues señor... Había una vez un pastor que tenía un hijo que se
llamaba
Juan. Y como se dedicaba a pastorear un rebaño de cabras, todo el mundo
le llamaba «Juan de las Cabras». Y un día Juan de las Cabras le dijo a su padre: PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
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De este relato, recogido en nuestra tradición familiar, no hemos encontrado
ninguna
muestra en las recopilaciones de los especialistas españoles, si bien existen
algunas
versiones hispanoamericanas semejantes. Pertenece sin duda al ciclo que Espinosa |
EL CABALLITO DE LOS SIETE COLORES Narradora: Esto era un rey que tema una hija bellísima y muy buena. Y cuando
la hija tuvo edad de casamiento, el rey organizó unas justas para que
concurrieran
a ella todos los reyes que deseasen la mano de su hija. Mandó colocar en el
centro
del palenque un hilo del que colgaba un anillo, y quien primero tomase el anillo
con
su lanza, lograría la mano de su hija. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
|
Pertenece
este cuento al grupo de La niña perseguida y
más concretamente al subgrupo de La novia
sustituida, del que veremos un ejemplo en La
negra y la paloma que en nuestra versión que cierra
el cuento de Blancaflor.
Hemos seguido en nuestra adaptación el cuento del
mismo título de la recopilación de Espinosa. |
LAS TRES GRACIAS DE DIOS
Narradora: Había una vez un matrimonio que tenía
dos hijos: un chico y una chica. Y el padre tuvo que
hacer un viaje, y, antes de emprenderlo, les
preguntó qué regalo querían que les trajese cuando
regresara. Y ellos hablaron así:
Niño: Pues yo tengo una hermana que las tiene.
Muchacha: ¿Qué sabes de mi hermano? PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS Comprensión del texto: Tras escuchar la cinta, hacer preguntas a los niños sobre el cuento. Por ejemplo:
Murales de pájaros: Traer material a clase sobre
pájaros (tarjetas, hojas de periódicos o revistas
... ) para que cada equipo haga un mural sobre
pájaros. Hablar después sobre los pájaros: cómo
nacen, cómo son, de qué se suelen alimentar, cuáles
son los que han visto los chicos... |
Hemos
tomado también de la obra de Espinosa este cuento,
una de las numerosas variantes que se incluyen
dentro del tipo de La niña perseguida. Como
en una gran parte de los cuentos de este ciclo, aquí
se parte también de un planteamiento incestuoso,
aunque sublimado o disimulado, con las preguntas del
padre a las hijas de hasta dónde llega el amor que
le profesan (arranque que tomó Shakespeare para su
Rey Lear). Este planteamiento, así como la
respuesta sincera de la pequeña, el rechazo por
parte de su padre y su posterior reconocimiento,
ejerce sin duda un gran efecto sobre el pequeño
oyente que ha vivenciado muchas veces este mismo
conflicto. |
COMO LA VIANDA QUIERE LA SAL
Narradora: Érase una vez un rey que tenía tres
hijas. Y un día quiso saber cuál le amaba más. Y
habiéndolas encerrado en una habitación, preguntó a
su hija mayor:
Pastora: Muy bien, señor, pero otra vez ha
ocurrido lo mismo de ayer. No sé lo que pasa: dan
cuatro vueltas a mi alrededor y luego caen muertos.
Por eso también regreso con uno menos. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
Respuestas: Detener la audición tras la
respuesta de la hija pequeña ("como la vianda quiere
a la sal") y explicar el significado de la misma.
Pedirles luego que, tras pensarlo bien, digan qué
respuestas habrían dado ellos a la pregunta del rey,
si éste fuese su padre. Abrir un debate sobre las
respuestas y, tras el mismo, continuar la audición
del cuento.
Traer fotos familiares a clase y que expliquen cuál es la relación de parentesco que les une con quienes aparecen en las mismas. |
La adaptación de este cuento está realizada sobre
una versión de Espinosa recogida
en la provincia de Soria. Mantiene Espinosa que éste
es un cuento típico
de la tradición española, pues en la europea sólo
aparece como final de un cuento
acumulativo. Asimismo, indica la frecuencia con que
en diversas versiones orientales
aparece el motivo final de la sustitución de la niña
por animales que atacan al raptor. |
LA NIÑA DEL ZURRÓN
Narradora: Érase una vez un padre que tenía tres
hijas muy guapas. Y un día
el padre fue a la feria de un pueblo cercano y le
trajo a cada una de regalo un anillo
de oro.
Pero cuando llegó al río, se encontró que ya no
estaba el anillo en la piedra. Entonces,
muy triste, se puso a llorar. Y en esto vio a un
viejo que le preguntó por
qué lloraba. Y cuando la niña se lo contó, el viejo,
que era quien había cogido el
anillo, le dijo:
o te pego un coscorrón. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS Mostrar sentimientos: Los niños deberán poner caras
de alegría, de tristeza, de
sorpresa, etc., según las indicaciones que vaya
haciendo la profesora. |
Es
una extraordinaria variación del tipo de La niña
sin brazos, al que ya hemos
hecho abundantes referencias. Hemos seguido con
fidelidad el cuento reproducido
por Espinosa en sus Cuentos populares españoles sin
ahorrar el macabro motivo de
la antropofagia, de acuerdo con las razones que
posteriormente expondremos. |
EL DIABLO MAESTRO
Narradora: Hace muchos, muchos años, en un pequeño
pueblo había una madre
que tenía tres hijas. Y todos los días las llevaba
al colegio. Y si guapas eran las
mayores, la pequeña era extraordinariamente hermosa.
Por lo que el diablo, que se
había enamorado de ella, se metió a maestro, para
tenerla cerca de sí. Y conforme
crecía, más encaprichado estaba el maestro con la
niña. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS Vocabulario: Explicar antes de la audición del
cuento el significado de las siguientes
palabras, y hacer prácticas con el uso de las
mismas: Urna, colocar, bulto, flotar, olvidar, untar,
abandonar, lecho, feria, embarazada,
parir, nacimiento, dolor ... |
Señala Aurelio Espinosa dos fuentes de los Cuentos de
animales: una de carácter totémico
y otra, muy posterior, de carácter esópico. Esta
última fuente es la que origina
la mayoría de los cuentos de este tipo, verdaderas
fábulas en prosa donde, a través
de la caracterización animal, se pretende impartir
una enseñanza moral. |
VICENTE VICENTE
Narradora: La zorra Mariana y el lobo Vicente
salieron un día juntos a ver qué
encontraban por esos mundos. Y a poco de andar
hallaron una soga. Y dijo Mariana:
Mariana:
Vicente, Vicente, |
EL GALLO Y LA ZORRA Narradora: Y otra vez iba la zorra por un camino y
se encontró a un gallo. Y
el gallo, nada más ver a la zorra, dio un vuelo y se
encaramó a la rama más alta del
árbol. Y la zorra, acercándose al árbol, dijo: |
EL CARACOL Narradora: Y una vez era un caracol que se tiró
diez años subiendo una escalera. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTOS RELATOS |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
Representación teatral: Distribuir a los niños
en grupos, para que representen, según sus
preferencias, alguno de los cuentos, indicándoles
que pueden añadir y cambiar lo que quieran del guión
de los mismos. |
Pertenece al tipo de Juan sin miedo, cuya estructura fundamental es la siguiente:
Es dudosa la clasificación dentro de los cuentos
maravillosos. Más bien es la yuxtaposición
de dos relatos. Uno, con la salida del hogar,
encuentro con la princesa,
prueba del castillo encantado y boda, que constituye
una secuencia muy simplificada
del cuento de encantamiento; y un añadido _el de la
cura del miedo por la princesa_
que pertenece más bien a la serie de relatos
picarescos en la que una simple
anécdota pone de relieve el ingenio o agudeza del
héroe. |
PERIQUITO SIN MIEDO
Narradora: Había una vez una buena mujer que tenía
un hijo llamado Periquito.
Y todos los del pueblo le llamaban Periquito sin
miedo, pues decía que no sabía
lo que era miedo. Y deseando conocerlo se echó por
el mundo a ver si lo encontraba.
Andando, andando, Periquito llegó a un ruinoso
castillo y decidió pasar allí la
noche. Y aquel castillo era un castillo encantado,
aunque Periquito no lo sabía; pero,
si lo hubiera sabido, le habría dado igual, pues no
sabía lo que era el miedo. Así
que entró en el castillo y, cuando llegó la noche,
se puso a hacer fuego para calentarse. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS Meter miedo: ¿Qué habrías hecho tú para asustar a
Periquito? Que los niños
den ideas sobre el tema y discutirlas en el corro.
Luego, escenificar las ocurrencias:
uno hará de Periquito y los otros irán representando
las formas de meter miedo a
Periquito que hayan sugerido. |
La versión que aquí se presenta de Blancaflor está
tomada del relato que nos contaba nuestra madre y puede, por tanto, ubicarse en la
provincia de Jaén. Es una versión
muy curiosa, que yuxtapone dos relatos claramente
diferenciados en la obra de Aurelio
M. Espinosa, Cuentos populares españoles. El primero
corresponde al ciclo
que Espinosa clasifica dentro del grupo de La hija
del diablo, donde encuadra cuentos como Blancaflor o Marisoles. Dentro de este grupo
señala Espinosa más de cien
versiones en el ámbito hispánico, así como
numerosísimas versiones no sólo europeas
(primordialmente del área románica), sino africanas,
indias, chinas y árabes. El
segundo relato que se yuxtapone pertenece al ciclo
de la niña perseguida y más concretamente
al tipo conocido como La negra y la paloma, del que
también se conocen
numerosas versiones en toda la cuenca mediterránea y
en Latinoamérica. Aunque
en la mayoría de las versiones aparece como un
relato aislado, hay también alguna,
como El palacio del Jarancón en la versión de
Espinosa, que se presenta como
una yuxtaposición añadida, mucho más forzada que la
que aquí ofrecemos.
Blancaflor es un relato de clara implicación
mítica, muy relacionado don el mito de Jasón y Medea
_en algunas versiones la heroína se llama Marisoles
o Siete rayos
de Sol, y Medea es la hija del Sol_; de otra parte,
es fácil ver en el cuento las diversas |
BLANCAFLOR
Narradora: Había una vez una reina muy rica, muy
rica... Tenía muchos castillos
y muchas tierras, y joyas y vestidos ... Pero no
tenía hijos. Y por eso la reina estaba
siempre muy triste, llorando y diciendo: «Yo quiero
tener un niño, yo quiero
tener un niño.» Hasta que un buen día, de
desesperada que estaba, fue y exclamó:
«¡Ojalá tuviera un hijo, aunque a los veinte años se
lo llevase el diablo!»
Diablo: Ven aquí ... ¿Ves aquel monte todo lleno de rocas y
pedruscos? Pues
debes alisarlo, y sembrar estas aceitunas y, de los olivos que nazcan,
prepararme para
mañana una cántara de aceite.
rómpete, cantareta! Por aquí va... Gra, gra, gra ... Por aquí va. PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
|
El Castillo de Irás y no Volverás Más conocido con los titulos de Las tres maravillas del mundo o de El pájaro que habla, el árbol que canta y el agua de oro, hemos preferido darle el título con que nos lo contaba nuestra madre, cuya versión corresponde a la de Espinosa Los siete infantes que encuadra en el grupo de La niña perseguida. En su versión más pura y completa, que es la que aquí presentamos, responde al siguiente esquema:
En el estudio que Espinosa dedica a este relato dice que existen ya dos
versiones
documentadas del mismo en Europa en el siglo XVI y aventura que la versión
de Las mil y una noches de la versión de Gallard posiblemente sea posterior a
las
europeas, lo que nos parece poco probable, ya que, como demuestra Cansinos Asens
al estudiar la onomástica, el cuento pertenece al fondo ario-persa de Las mil y
una
noches, lo que garantiza su antigüedad, por lo que, con independencia de la
existencia
escrita de algún cuento persa, parece probable que ya en el siglo XIII
existieran versiones documentadas en árabe de este
cuento, del que se conocen variantes
dentro del ámbito europeo, islámico, indio y africano, así como una
budista del siglo v. |
EL CASTILLO DE IRAS Y NO VOLVERÁS Narradora: Había una vez un matrimonio que tenía tres hijas. Y un día de verano,
mientras cosían con las ventanas abiertas, comenzaron a hablar. La hija mayor
dijo que, si ella se casara con el rey, le haría unos pantalones del tamaño de
una
nuez. La mediana le replicó que aquello no era nada, que si ella se casara con
el rey
le haría una chaqueta del tamaño de una avellana. Y cuando oyó aquello la menor,
exclamó: PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTE RELATO |
ACTIVIDADES SUGERIDAS El corro de las preguntas: Tras escuchar el cuento, ir haciendo preguntas a los
niños. Si uno no sabe la respuesta, el turno pasará al siguiente. Si nadie dice
la respuesta
correcta, volver a escuchar el fragmento correspondiente de la cinta. Preguntar,
El juego de no mirar para atrás: Uno de los niños deberá caminar por el patio del colegio mientras los demás le llaman o le dicen frases para que vuelva. Si lo hace, perderá. La profesora explicará previamente que no se pueden decir insultos, sino cosas ingeniosas, divertidas o que susciten la curiosidad. Por ejemplo: han venido tus padres; mira, están aquí los bomberos, se te ha caído un boli; Luis está desordenando tus trabajos en la clase; mira qué gato más grande hay en la puerta; andá, ha entrado un pájaro en la clase; al profe se le han roto los pantalones; ¿quieres un caramelo?, etc. |
Cuentos acumulativos y trabalenguas Los cuentos acumulativos o de preguntas y respuestas, tal como el ¿De dónde vienes ganso?, que hemos tomado de Espinosa, junto con los trabalenguas, forman parte del grupo que Aarne-Thomson, clasifican como cuentos de fórmula, cuyo origen debe buscarse en los rituales mágicos donde la repetición de unas determinadas fórmulas, generalmente difíciles de retener y únicamente conocidas por los iniciados, obra determinados efectos. Este ritual pasó después a las religiones en forma de conjuros, oraciones, recitativos, exorcismos, etc. El niño pequeño, que aún tiene un sentido mágico del lenguaje que por otra parte se le presenta como algo ajeno y no del todo dominado, siente una especial atracción por todo este tipo de juegos verbales que además tienen un gran valor pedagógico tanto desde el punto de vista nemotécnico como de ejercicios fonéticos. |
¿De dónde vienes
ganso? |
Trabalenguas
Guerra
tenía una parra
PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ESTOS TRABALENGUAS |
ACTIVIDADES SUGERIDAS
En las grabaciones se indican ya alguna. de las actividades que pueden
realizarse
con los trabalenguas: repeticiones individuales y en grupo, con distinto ritmo y
velocidad,
ponerles música y cantarlos, utilizarlos para jugar al corro ...
dice que no quiere
desarzobispoconstantinopolizarse.
que lo desarzobispoconstantinopolice,
|
Como ya hemos indicado, las adivinanzas resultan sumamente atractivas para los
niños de estas edades, tanto por el valor casi mágico que para ellos tiene el
lenguaje,
como por su estrecho parentesco con el juego de ingenio y, muchas veces, con el
chiste ocurrente. |
Adivinanzas Érase una vez un ladrón a quien llevaban a ahorcar. Y el rey le prometió perdonarle la vida, si era capaz de ponerle un acertijo que no pudiera adivinar. Y entonces el hombre va y dice: Desde lejos la vi venir
El rey, por más vueltas que le dio a la cabeza, no consiguió averiguar lo que
quería
decir la adivinanza. Entonces le dijo al ladrón que se la explicase:
PULSA AQUÍ PARA ESCUCHAR ADIVINANZAS |
Actividades sugeridas
Además de las adivinanzas que se recogen en las cintas, el profesor podrá
recurrir
a otras muchas que saben los niños para que ellos las propongan a sus
compañeros.
• Alto, alto como un pino
(El gallo)
(19 patos y una pata)
(Las nubes)
(La luna)
(Plátano) |
Sin otra pretensión que la de ofrecer una pequeña orientación a las personas que, sin estar especializadas en el tema de los relatos populares, tengan algún interés por el mismo, ofrecemos algunas obras relacionadas con dicho tema.
La más importante recopilación de cuentos populares españoles, a la que hemos
hecho abundante referencia, es la de Cuentos Populares Españoles de Aurelio M.
Espinosa. La obra, publicada por el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, consta de un primer tomo en el que se ofrece una recopilación de
relatos y un estudio
preliminar sobre los mismos, y de dos tomos de notas comparativas. Cuentos extremeños recogidos por Marciano Curiel Merchán (Ed. Regional de Extremadura)
Vladimir Propp: Las raíces históricas del cuento (Ed. Fundamentos).
Stith Thompson: El cuento folkórico
(Ediciones de la bibliotea. Caracas) |
Según queda reflejado en las fichas que preceden a cada relato, hemos tomado algunos de ellos de los que nuestra madre contaba, primero a sus hijos y luego a sus nietos. Hace muchos años, en algunas de la ocasiones en las que la abuela Eladia desarrollaba su labor de narradora ante sus nietos realizamos estas grabaciones sin que ella se percatara. Creemos que, a pesar de las deficiencias técnicas de estas viejas grabaciones, los relatos conservan la espontaneidad, la frescura y el encanto de los narradores de historias. Y el cariño con que siempre recordaremos a quien nos llevó de la mano y con su voz en el maravilloso mundo del cuento. Gracias, mamá, gracias abuela Eladia. |