a vos, a quien mis ojos
no cesan de mirar;
a vos, por quien mi pecho,
rendido a vuestras aras,
se siente palpitar.
A vos, a quien consagro
un corazón de fuego;
a vos, que al verte luego
no ceso de adorar.
A vos, retrato de amor,
compendio de perfecciones
hermosa singular;
a vos, a quien ya no pudo
más belleza y atractivos
Naturaleza obsequiar.
A vos, deliciosa Venus,
prodigio a quien el pincel
jamás podrá dibujar;
porque al amor sólo es dado
a vuestra hechicera imagen
En mi pecho retratar.
En fin, a vos, como a dueño,
como a mi primer amor,
te juro sacrificar
un alma, que te idolatra,
con el amor más sagrado
que puedas imaginar.
A vos, a quien consagragro
un corazón de fuego;
a vos, que al verte luego
no ceso de adorar.