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Mercedes Cebrián

Mother tongue

Clientela

Claves de nuestra fauna

Bipartita

 

 Mother tongue

Una lengua es un mapa de nuestros fracasos.

Adrienne Rich


Mi lengua latina, mi lengua
también llamada idioma. Su equivalente facial
lo desconozco, pero sé de sus métodos
para decir me pasa el vinagre. Acabo de decir
me pasas el vinagre. Obtengo lo que busco: la mera excusa
para entablar conversación y a la vez
el vinagre.
(El mismo paladar pronuncia mera excusa
y pásame el vinagre. El mismo paladar
diciendo lo que dice y su propia coartada.)
La hemos construido nosotros, la lengua,
y sin embargo nos sacará los nombres
que ella decida darle a la palabra
ojos.
Y
entre aguacate y palta no sé elegir
con cuál me saben mejor
las gambas.

 

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Clientela
Me sigue sorprendiendo
que podamos pedir
lo que en los restaurantes llaman
naranja preparada, una naranja sin piel,
partida en finas rodajas y dispuesta
estéticamente en nuestro plato.
(La naranja cuesta allí
cerca de treinta veces
su precio de mercado: pagamos el exceso
a cambio del reposo de tendones
y músculos pequeños.)
Tras la puerta oscilobatiente de la cocina
una persona dedica su jornada
a transformar la parte gruesa de la zanahoria
en una especie de flor
de pétalos tenaces
para que la elogiemos y no
nos la comamos.
Lo visual no se digiere
bien: se he de fijar lavista en esa flor
estúpida necesito abombar
con calma el cristalino.
No podemos cambiar el parpadeo
por naranjas o flores.

( De Mercado Común)

 

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Claves de nuestra fauna

 Popularizar la mula, cuya pulcra figura

representa el principio de adaptación reducido al mínimo.

       Marianne Moore

 

Nos convendría saber más

sobre la mula. Porque la mula

se adapta a climas

áridos, porque tiene la pezuña

idónea para lo pedregoso. Porque

plantea problemas:

 ¿se dice mula o mulo?

 ¿es un nombre epiceno?

Hija de asno y de yegua, decir

mula es como decir ángel: la boca

se nos llena

de la misma esterilidad, del mismo desinterés

por el género, aunque los mulos hembra, con esfuerzo,

paren potros pequeños.

 ¿Pensaron a la mula en un laboratorio

o fueron las ganas, irrefrenables ganas

de juntarse, del burro y de la yegua? La clave es la textura

del suelo, el braille caliente que soporta y desgasta y avejenta

pezuña, y con esto me olvido de la España

más verde (estoy hablando entonces

de la España que raspa).

 La mula no fue hecha

para pisar mullidamente el césped

de los parques.

 

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Bipartita

De las sirenas, sólo me interesa

el punto en el que la columna

que las vértebra

abandona lo cálcico

y se transforma en raspa.

El momento en el que el hueso de siempre

 pasa a ser

hueso blando

de pez (casi cartílago)

 en una transición

pacífica, y la sirena de ademanes

 nórdicos, de ausencia de jersey grueso

 de lana,

renuncia a ser persona

sin grandes aspavientos

_yo a la altura del cuello

ya habría renunciado_, y

 ante los ineludibles

picores en lo humano, utilizaría las concisas

aletas con no mayor dificultad

(seguro)

que las extremidades actuales,

que son, por este orden, los brazos

y las manos.

(De El malestar al alcance de todos)

 

 

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