Una decisión
Memorias recientes del halcón peregrino... Desde los jardines de nuestras madres |
La
ira es un bosque que anhela su propia tala si mi
capacidad fuera ilimitada podría fácilmente retomar la lucha ponerme
por bandera esta guerrera que he sido no me
permito de mi propia boca pronunciarme no me
permito dejarme caer por cascadas de piedras yo
crecí para otros asuntos sin la
combustión suficiente |
Sepultada en cajas de cartón con cinta de embalar toda mi biblioteca mis aproximadamente tres mil libros los restos de una marihuana white widow los preservativos XXL que se caducarán los montones de ropa de segunda mano que mis amigas y familiares consumistas y adictas a las compras me regalaron mi joyero y una bola de cristal un cuenco tibetano los sacos de dormir los papeles del trabajo las cuentas bancarias sin cerrar en ciudades a las que quizá no vuelva jamás los libros prestados las libretas escritas hasta el final los diarios de viaje los medicamentos homeopáticos un grabado de Miguel las especias que me alegran las comidas los poemas los carteles de recitales todo lo acumulado en este último año cuánto puede reunirse en un único año
Sepultados en caja de cartón con cinta de embalar están mi alternancia de sueño y desvelo a ratos en la misma balanza normalmente desequilibrados la creciente tristeza fruto de no-sé-qué o de una serie de circunstancias externas que merman mi sonrisa habitualmente amplia las piernas y el intestino pesados la incertidumbre del lugar para habitar y escribir el rostro ojeroso al que asoman las primeras arrugas la hija que se marcha a tan corta edad los amantes que insisten y a cuyos hombros esta tarde quisiera sólo llorar la necesidad de un escritorio, una cama, una cocina unos libros y poco más y decir de nuevo esta casa es mi casa y no tiene ratas y vivo en algún lugar tranquilo cerca del mar cerca de una vía en la que no desee aniquilarme ni borrar las diez horas diarias de trabajo para ponerme ante un espejo y no maldecir mi cuerpo en flor masacrado otro día más por una modernidad de la que no me ocupo demasiado y para mí no tiene nada de vuelta/ nada bueno/ de vuelta
Sepultado en cajas de cartón con cinta de embalar está mi deseo que a días es un callejón sin salida que a ratos es una fulgurante línea de luz un túnel que a cada hora insisto en esnifarme para ser capaz de vivir otro mes más soportando esta plena conciencia de la pequeñez e inutilidad de mi tiempo empleado en ganarme el pan a diferencia de este oficio diario mal considerado no remunerado pero con esa inmensa capacidad que da de regeneración |
memorias recientes del Halcón Peregrino que se sabe hembra, porque sólo así se sobrevive a las peores batallas
soy asidua al teatro y a la segunda mano las noches que nadie me mira tras la cortina me pongo los tacones las medias de rejilla y, de esta guisa, salgo a la calle con mis piernas fuertes, fuertes y veloces como las de un antílope
Nadie, nadie en el cielo personal u objetual puede alcanzar mi velocidad máxima. Y en el punto de mayor aceleración me pongo el disfraz no me enfrento normalmente así al aire pero/ es cierto cuando no puedo respirar tras el maquillaje tras la máscara tras el biombo de telaraña las niñas del barrio lloran por mí y para mí celebran entierros y homenajes a la mas rápida/ la más kamikaze la menos sacrificada/ la más exiliada de los dramas urbanos y rurales, la que hacía el amor a hombres y mujeres en fila tras el piano de cola la que tenía por si acaso la sonrisa postiza en el arcón (por lo que pudiera pasar), la que buscaba el olor de los sexos de los soldados que habían perdido la peor batalla de sus vidas, que era la más cotidiana.
Cuando voy en caída mis antiguas maestras de escuela del arrabal se tapan los ojos para no verme, los hombres esperan con globos rojos para recoger mis huesos en la plaza del mercado (y de nuevo, hacerlos volar) mis consanguíneos aguardan la hora de rebuscar entre mis papeles los frutos de sus sospechas cuando voy en caída cuando voy en caída cuando voy en caída cuando voy en caída… me estampo silenciosamente sin el ruido de la locomotora sin el shock del maquinista.
Es un aterrizaje imperfecto. Aún no me he matado.
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Levantaré de mi jardín las cabezas de las muertas para que sus ojos cóncavos vean cómo se presupone que debemos ir escoltadas que no debemos manejarnos solas por el mundo hacer vida y amor libremente, decidir para vivir sin miedo Así digo lo que deseo seguiré siendo una zorra que arrastra su coño fértil hacia los confines de la tierra, una zorra lista y ágil capaz de correr a tiempo capaz de enfrentarme con mis dos pechos por escudo contra el odio que trata de delimitarme soy la más zorra y con el megáfono a voces me manifiesto por las calles por los bosques que me vieron engancharme a las ramas y a la vida voy siempre totalmente desnuda voy siempre alerta a desayunarme al chile cualquier asalto voy siempre en pértiga por la ciudad engullendo el aire que sobrevuelo soy tan zorra que sé cómo ubicarme cuál es mi trabajo y/ dalo por hecho ahora no tiene nada que ver contigo lo que me bulle dentro es la luna lo que me bulle dentro es el amor que siempre es gratuito lo que me bulle dentro son las pestañas que han visto tsunamis de lágrimas lo que me bulle dentro es la violencia que constantemente pesa sobre nosotras esto es una llamada a la no-indiferencia llámame indiferencia y escupiré tiradas de versos silénciame de esparadrapo y goma de mascar y mi lengua penetrará el cinturón de castidad comérciame las nalgas, el pecho, el vientre orondo y fértil y yo me daré a la comunidad me hermanaré con todas las brujas estableceré puentes y BESARÉ BESARÉ BESARÉ BESARÉ BESARÉ mujeres hasta saciarme de amor mi mirada no lanzará flechas de juicio mi mirada no las verá competidoras mi mirada será nítida, transparente pondrá sus ojos en corro para esta lucha para ellas que tienen óleos en los pliegues de la piel que abren su sexo como un manantial que canalizan deidades, amaneceres de luna y estrellas que son redondas/ que viven solas que son madres/ que son matronas que son nodrizas/ que nos ama(r)mantan que nos abren el coño porque deberíamos entrar en él/ deberíamos entrar en él/ tú tienes que entrar en él/ acepta la vuelta tu regreso a ese paraíso del que tanto has renegado entremos en él volvamos a la tierra al fuego interno despreciad la violencia hacia vuestras hermanas erradiquémosla de la vida celebremos los jardines colgantes de las entrañas post- parto
un libro/ una canción/ un árbol una arquitectura tú hombre/ mírate eres una madre también entra en él/ de qué tienes miedo entra en él/ denuncia el abuso respeta a tus hermanas que te cuidan respeta y déjate recibir de vuelta levantad el puño levantadlo bien alto que cruce las zarzas que se abra en gruñido mi rabia es mi lucha y mi violencia es derrocar este orden así/ así/ así/ así/ nos abracemos respeta la vida que la luna te guíe que las lobas del lupanar te amamanten a ti, mujer/ a ti, hombre a ti, humanidad a ti/ a ti/ a ti/ a ti que todavía reclamas y clamas por tu infancia perdida |