Soneto en el libro “Historia del Famoso Predicador Fray Gerundio de Campazas”. No hay otro Fray Gerundio, ni le ha habido, hará inmortal el nombre de Campazas. En casas, en conventos, calles, plazas, va dos cuartos que mete mucho ruido. No nos cite el francés envanecido a Fleury, a Bourdaloue ni a otros mazas, ¿qué Segneri, qué Oliva o calabazas? ¿Ni qué Vieira, portugués erguido? ¿Demóstenes y Tulio? Dos zoquetes. ¿Los demás oradores? Mil orates, por no llamarlos pobres monigotes. Sólo Fray Blas con otros mozalbetes, si no le exceden, le hacen sus empates. Por los demás, es gloria de los ZOTES
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Por amor quiero estar. Por amor irme; sufrir, gozar, secarme, rebosarme. Y por amor vivir hasta matarme. Y por amor matarme hasta vivirme. Y, por amor, morir, por no morirme en esta lid sangrante del negarme en la que el campeón del desamarme por amor no ha logrado aún rendirme. Por amor en tu aire alzado el vuelo; por amor ser esclavo y ser amigo; abrazarme a la muerte y al dolor. Por amor ni más gloria ni más cielo que estar contigo, siempre estar contigo, contigo sólo, sólo por amor.
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Esta chispa de amor de ti brotada pavesa tomará a su luz. Primera y volverá otra vez a ser cual era ardida ascua de amor enamorada en el seno infinito de tu hoguera. Ya para no ser nunca desgajada. Y para nunca ser desextasiada de tu cierta presencia verdadera. Y a ella eternamente estar amando, contemplando y sabiendo y adorando… ¡Oh, plenitud de gozo inadmisible: A la Deidad inmensa e increada tener ya para sí siempre posible esta chispa de amor de ti brotada!
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