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Paloma Zamorano |
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| Temores
La puerta |
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al otro lado de la vida. Cuando la distancia sea aún más abismal. Cuando no hiera a la vida por tenerla que vivir. Cuando ría y llore por la risa y el llanto. Cuando yo sea mi auriga, mi norte, mi aurora. Cuando sea mi crepúsculo y el yo que va conmigo. Cuando me sepa ser. Cuando me sepa estar, cuando me acepte, cuando me mire al espejo y no vea que vuelvo sino que voy. Cuando ya os tenga al otro lado de la vida. Cuando sea mi aurora y mi crepúsculo, mi auriga, mi risa y mi llanto. Cuando sea yo y la que va conmigo. Entonces ... ya no estaréis al otro lado de la vida.
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DUÉLEME vida,
húndeme en el fango, hiede mi aire y que Tánatos se esfume y Dionosos me embriague. Duéleme vida, para matar a Tánatos y vivir a Eros. Eros, Tánatos, Dionisos, mis dioses, mi vida. Duéleme vida. Trago a trago Tánatos me lleva y Dionisos me mata. Beso a beso, Eros me seduce, me da vida, me da vida, amor, me da vida. Dionisos, exprime las uvas de la vida para que yo la beba. |
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AÚN
tengo que pasar
la barrera del silencio. Saber que si hablo nadie me contestará. Que si oigo, nadie pone la voz. Que si callo, nadie oirá mi silencio. Que si lloro nadie secará mis lágrimas. Todo esto me queda por pasar. Saberme yo y la que va conmigo. Oírme aunque no hable en alto. Saber, que en mí nacen y mueren las cosas. Saberme principio y fin de mí misma.
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C
hazme
heridas, 
