Pero López de Ayala 

 

El  libro 
rimado
de 
Palacio

 

 

 

- I -

 

En el nombre de Dios, que es uno, Trinidat,
Padre, Fijo, Espiritu Santo, en simple unidat,
eguales en la gloria, eternal majestat,
e los tres ayuntados en la divinidat.

El Padre non es fecho, nin de otro engendrado,
nin por otra materia de ninguno criado;
engendrado d'El Fijo, su solo muy amado:
de los dos el Espíritu procede inflamado.
Es alta tología, sciencia muy escura:

los señores maestros de la Santa Escriptura
lo pueden declarar, ca lo tienen en cura;
yo podrié, como simple, errar por aventura.
D'esta Santa Escriptura abastante creer,
en nuestra madre Eglesia firmemente tener,

quien bien así obrare podrá seguro ser,
e quien mal lo fiziere habers'a de perder.
Aquesta Trinidat llamo con grant amor,
que me quiera valer e ser merescedor
de ordenar mi fazienda en todo lo mejor

que a mi alma compliere, que só muy pecador.
E el pecado de Adam, nuestro padre primero,
nos trae obligado a pecar de ligero:
por ende yo, Señor, la tu merced espero,
que Tú eres Jüez justo e verdadero.

Pensando yo en la vida d'este mundo mortal,
que es poca e peligrosa, llena de mucho mal,
faré yo confisión en la manera cual
mejor se me entendier, si Dios aquí me val.
Lo primero encomiendo en este escripto yo

la mi alma a Dios, que [...] e crió;
por su preciosa sangre después la redimió;
que perdonar la quiera, si en algo fallesció.
Fallesció, non es dubda, contra su Criador,
que la crió muy limpia e sin ningunt vigor,

siguiendo los deleites del cuerpo pecador,
que está muy manzellada delante el Salvador.
A Él pido merced, que non quiera catar
las mis grandes maldades en que le fui errar,
que nunca yo podría sofrir nin soportar

las penas que meresco, si s'han de egualar.
Del limo de la tierra muy bajo só formado,
de materia muy vil: por eso inclinado
en pecar a menudo e ser así errado;
por ende yo debía ser ante perdonado.

Justicia sería asaz, con piedat, Señor,
perdonar al errado que cae en error
por la flaca materia que l'faz merecedor,
si ha de sus pecados contrición e dolor.
Para esto la tu gracia será muy menester,

ca sin ella el homne non puede bien fazer:
otórgame, Señor, que yo la pueda haber,
e haya la mi alma por ende salva ser.
Cobdicia la mi alma a Ti, Señor, servir
como a mi Criador a quien ella ha de ir;

el cuerpo sin ventura luego me va fallir:
¿quién puede tal batalla soportar nin sofrir ?
A tu noble figura, Señor, Tú me formaste
de espíritu de vida Tú me vivificaste,
por tu preciosa sangre caramente m' compraste,

del poder de enemigo cruel Tú me libraste.
De todo contra Ti fui yo desconoscido,
en te fazer enojo mucho apercebido;
el bien que me feziste te he mal gradecido:
por end', Señor, perdón con gemido te pido.

Conosco yo, Señor, que nunca te serví
como leal cristiano: en todo fallescí
e todo el mi tiempo malo lo despendí:
por ende me confieso luego, Señor, a Ti.
Segunt dize un sabio, conoscer el pecado

es señal de salud al homne que es errado:
por ende de tu gracia estó yo esforzado,
que tal conoscimiento de Ti es otorgado.
E, Señor piadoso, Tú quieras perdonar
los mis grandes pecados en que te fiz pesar,

e me otorga tiempo, espacio e logar
que a Ti pueda servir e a Ti solo loar.
Los yerros que te fiz, aqui, Señor, diré
algunos, ca he rescelo que muchos olvidaré,
e cómo tus mandamientos, cimientos de la feé,

por la mi muy grant culpa todos los quebranté.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Mandamiento primero

Luego en el primero, Señor, Tú nos mandaste
adorar a Ti solo, e por él nos vedaste
creer en otros dioses, e siempre recelaste
nuestra flaca creencia: por ende lo ordenaste.

Contra esto pequé, Señor, de cada día,
creyendo en agüeros con grant malicia mía,
en sueños e estornudos e otra estrellería,
ca todo es vanidat, locura e follía.
Ca de todas las cosas Tú fueste el Criador,

non puede ser llamado ninguno otro Señor;
Tú eres solo Dios, e yo tu servidor:
en otro adorar sería grant error.

 

 Mandamiento segundo

Lo segundo: defendiste en vano non jurar
por el tu santo nombre; te debemos loar

los hinojos fincados, loando, e adorar:
e contra esto luego me quiero acusar.
Juro muy a menudo por tu nombre, Señor,
e maliciosamente, de que só pecador,
e por muy vanas cosas e sin ningunt color:

por ende merced pido a Ti de tal error.
Quebranté muchos votos que fize en sazón
que estaba en grant cuita e en grant tribulación;
librásteme, Señor, de toda ocasión,
mas los promesos votos aún hoy por complir son.

 Mandamiento tercero

En el tercero mandaste las tus fiestas honrar,
dejarnos de obras vanas e a Ti, Señor, orar,
e en buenos pensamientos aquel día pasar,
limosnas a los pobres de nuestros bienes dar.
Guardelo yo, Señor, muy poco tal mandado:

el día de la fiesta nunca fue apartado
por mí del otro día que estaba otorgado
de fazer todas obras: por que yo só muy culpado.
El día del domingo caminos comencé,
mis homnes e mis bestias muy mal los trabajé,

con aves e con canes aquel día cacé,
de fazer obras santas poco me empaché.
De oir dezir las oras non tomé devoción
a la tu casa santa, ni a la predicación;
en vanos pensamientos puse mi corazón,

mentir, escarnescer era mi entinción.

Mandamiento cuarto

Honrar a nuestros padres en el cuarto contiene;
al que así lo faze tu gracia le mantiene,
las honras d'este mundo e todo bien le viene:
si ventura habemos, pasar non lo conviene.

Cierto, Señor, pequé en él por mi ventura,
ca nunca los honré nin tomé dende cura
como servir debía, por la mi grant locura:
por que agora mi alma siente mucha tristura.
Mi padre e mi madre, Señor, me engendraron,

a la luz d'este mundo ellos me aportaron,
con muy grandes cuidados chiquillo me criaron;
después en los sus bienes ricament m' dotaron.
Siempre les fiz enojos e les fui mal mandado,
pequeña reverencia les tove, ¡mal pecado !

Con lágrimas lo lloro, ca só muy manzellado:
merced, Señor, demando séam' perdonado.
Señor, merced te pido, que hayas piedat
de mi alma mesquina, e a la mi grant maldat
venza en tu Jüizio tu noble caridat,

ca mucho mal meresco e mucha crueldat.

 Mandamiento quinto

Lo quinto: defendiste a homne non matar,
ca quien así lo faze quiérese egualar
contigo, Señor grande, que lo fueste formar,
e a Ti solo pertenesce de tal caso usar.

Pecado es muy grande e muy contra razón
que un homne mate a otro por cualquier ocasión,
que es contra natura, ca veemos que el león
nin el lobo non mata tales como ellos son.
Quien matare su prójimo, de Dios será judgado

en este mundo, e en el otro gravemente penado:
en Caim lo verás cuál es este pecado,
en las penas que hobo, cómo fue castigado.
Quien a tal cosa ayuda, en consejo o favor,
así es homecida como el matador:

verlo has por Judás, aquel falso traidor,
que fue en el consejo de matar al Señor.
Otrosí quien enfama de mal a su cristiano,
matador le dirán, e non es nombre vano,
ca mata e sotierra vivo a su hermano:

por ventura l' valdría más morir por su mano.
Otrosi quien no acorre a quien puede ayudar,
matador le diremos, que mucho es de culpar;
quien puede fazer bien e non toma logar,
finca en muy grant culpa e non s' puede salvar.

Si vieres tu cristiano de fambre perescer,
de frío o de sed o de otro menester,
acórrele si puedes, non le dejes perder:
si por tu culpa muere, habrás de padescer.
Señor, só muy culpado contra tu mandamiento,

e de todo en todo por errado me siento:
maté e enfamé e dejé al fambriento
perescer, e acorrí muy tarde al sediento.
Di mucho mal consejo e otorgué mi favor
por estorbar a muchos de quien habié rencor;

Señor, Tú me perdona de tan feo error:
non se pierda el alma por cuerpo pecador.

 Mandamiento sesto

El sesto mandamiento me dize: « Non farás
ni acometrás fornicio, que sabe que habrás
por ende grandes penas, e por la ley verás

como d'este pecado a Dios enojarás ».
Leemos qu' el deluvio, que el mundo sumió,
por este pecado solo Nuestro Señor lo dio,
porque los hombres todos que Él fizo e crió
amaban a las gentes que les Ël defendió.

Ha en este pecado maneras departidas:
las unas son muy malas, otras aborrecidas;
pecado es muy suzio e acórtales las vidas
a los que en él caen: nunca en él comidas.
Si quieres defenderte d'este pecado tal,

atiempra tu comer, non sea desigual,
escusa ver mujeres, nunca pienses en ál,
e siempre te acuerda que eres homne mortal.
Señor, vuelve tu cara, non cates mis pecados,
ca son feos e muchos e muy desaguisados,

e dame la tu gracia que sean perdonados,
porque pueda salvarme con los tus apartados.

Mandamiento seteno

Seteno mandamiento dize: « Non furtarás,
e los bienes ajenos nunca los robarás;
e si así non lo fazes, contra Dios errarás:

si te salvar cobdicias, d'ello te guardarás ».
Pequé mucho en esto con mucha ladronía,
tomando lo ajeno e mucha robería
de que non fize emienda fasta en este día,
nin nunca hobo el dueño de mi la su valía.


 

Mandamiento ochavo

El ochavo defiende: « Non serás mal testigo
por amor nin pavor, amigo ni enemigo;
nunca por el tu dicho otro pierda su abrigo ».
Habrá buena ventura quien fiziere el castigo.
Nunca te pagues mucho de querer profazar,

nin de escarnecer nin de falso burlar,
ca esto non es ál sinon mal enfamar
al prójimo inocente por le muy más dañar.
De vivos e de muertos, Señor, yo profacé:
afirmé muchas vezes cosas que non las sé,

enfamé al cristiano e su fama dañé:
por que, Señor, te pido perdón pues que erré.

Noveno mandamiento

Noveno mandamiento me viene defender
que nunca yo cobdicie lo ajeno haber,
ca sin ello muy rico me puede Dios fazer,

e cuál es lo mejor, Él l' sabrá escoger.
Cobdicio yo, Señor, asaz de cada día
los bienes de mi hermano e toda su cuantía,
e que lo él perdiese yo poco curaría,
e poca caridat sobre esto lo ternía.

Cobdicio yo, Señor, e só muy avariento,
e pasé muchas cosas contra tu mandamiento:
dame, Señor, tu gracia e tu defendimiento,
que faga yo a mi alma otro mejor cimiento.

 Mandamiento décimo

La mujer del mi prójimo el dezeno defiende;

será de grant ventura el que lo bien entiende
e lo guarda por siempre e non faga porque emiende
en el fuego durable que siempre se enciende.
Lo cuenta el insiemplo d'este duro pecado
cómo el rey David por él fuera penado,

cuando tomó a Urias, el su siervo cuitado,
una mujer que había, estando en el fonsado.
Viera el rey David de un soleador
bañar a Bersabé e tomole amor;
luego de la robar, e fue él forzador:

por que después grant pena le dio Nuestro Señor.
De aqueste pecado Dios mucho se ensañó,
por que al rey David en mucho lo penó:
matole luego el fijo que ella d'él concibió
e después del su pueblo setenta mil mató.

Señor muy piadoso, yo me confieso a Ti
que en este pecado algunt tiempo fallí
e después muy tarde e muy mal me arrepentí:
por que tu piedat, Señor, espero aquí.
Señor mío, Tú quieras tu siervo perdonar

por la tu misericordia de que sueles usar,
a este pobre homne, que Tú fueste formar,
pueda por la tu gracia en la tu gloria morar
.

LAS SIETE OBRAS DE MISERICORDIA

Acusarme yo puedo otrosí de maldat,

ca nunca yo complí obras de piedat;
e si me non acorre la tu noble bondat,
en grant rüido só, si vale la verdat.
El día del Juizio tomarás cuenta, Señor,
cada uno cómo fizo e cuál es pecador:

¿quién será aquel día sin miedo e sin pavor,
si tu merced non vale contra su grant error ?
Mandaste Tú, Señor, al pobre acorrer:
si peresciés' de fambre, que l' diesen a comer;
al que sed padescía, que l' diesen a beber;

al desnudo e lazrado, algunt bien le fazer.
Vesitar al enfermo, mucho le apiadar,
cual hombre a sí querría, a su cristiano dar,
con poco de tu algo le podría pagar
e podría el doliente de mucho mal sanar.

Otrosí ver el homne cativo, encarcelado,
su prójimo cristiano, que está aprisionado;
debe con caridat fazerle bien de grado,
ca mucho es menester a aquel que es lazrado.
Si vieres algunt muerto pobre por aventura,

que está en grant pobreza, sin haber sepoltura,
sotiérralo por Dios e toma d'ello cura,
e Dios te acorrerá do sintieres tristura.
Leemos que Tobías estas obras cumplió:
en captiverio estando nunca d'ello cesó;

a los pobres fartando, los muertos soterró,
e por ende de Dios muchas gracias tomó.
Con grant vergüenza estó, Señor, delante Ti;
de todas estas cosas ninguna non complí;
nin vesité enfermos nin al fambriento di

una pobre limosna, nin dar non comedí.
Si yo vi pobre muerto, d'él muy poco curé
de le dar sepoltura, mas los ojos cerré
por non le ver de enojo; muchas vezes dejé
pasar por la carrera do muerto lo fallé.

El cuitado enfermo, lazrado e doliente,
o de otra majadura que fuese padesciente,
aborrescí de verlo de todo buen talente
e gómito fazía si me venía emiente.
Non hobe piedat del que vi en prisión,

nin le di mi esfuerço nin la pobre ración;
de le ver en cadena non hobe compasión,
mas olvidelo siempre con duro corazón.
Con mi palabra sola pudiera yo acorrer
algunt cuitado preso: non lo quise fazer

e dejelo así en cárcel morir e podrescer
de fambre e de frío; allá s' fue a perder.
Tenía muchos paños de mi cuerpo presciados,
e de todos colores, senzillos e doblados,
los unos e los otros ricamente broslados,

e vi morir de frío pobres desamparados.
Con valor de mis paños a mil pobres vestiera,
e grant bien e grant pro de mi alma fiziera;
en mis tribulaciones mejor cabdal toviera,
ca Dios me ayudara por quien lo yo partiera.

Sintiera yo muy poca mengua en mi fazienda
si a los pobres lazrados fiziera alguna emienda;
e nunca se veria en tan mala contienda
quien lo asi fiziere que Dios non lo defienda.
M
as ¿qué cumple a los pobres aquesto yo dezir,

e tan mal e tan tarde d'ello me arrepentir ?
Por ende, mis señores, quien me quisier oír,
madrugue de mañana quien grant jornada ha d' ir.
Verná Dios a Jüizio aquel día de espanto,
tan grande e tan fuerte e de tan grant quebranto

que tremirá de miedo el homne que fuer santo:
e ¿qué será mesquino de mí que pequé tanto ?
Como Justo Jüez allí será el Señor:
dará a cada uno como es merescedor,
e de la su sentencia non habrá reclamor,

non podrá apelar para ante otro mayor.
En cuanto sanos vives e Dios nos da logar
de fazer buenas obras, nuestras almas salvar,
pongamos grant acucia, non le demos vagar,
que cuando non cuidamos, nos verná a llamar.

Verná muy sin sospecha, así como ladrón,
aquel día espantable do no ha escusación
de ir al otro mundo: non sé cuál corazón
está siempre seguro si piensa en tal razón.
Si bien o mal fezimos, todo conusco irá;

si es prieta o blanca, allá parescerá;
non ha logar de emienda, ca cesado habrá;
el tiempo que tenemos jamás non tornará.
Non fallaré allá ningunt encarcelado
nin quien pida del pan, desnudo nin lazrado,

nin muerto sobre tierra, enfermo nin llagado:
cada uno estará o bien o mal pagado.
En esta corta vida conviene apercebir
de fazer algunt bien e limosnas partir;
cuando llegare el plazo que allá habemos d' ir,

vamos apercebidos, non nos puedan nuzir.
E vamos sin vergüenza las nuestras cuentas dar
a Aquel que sin engaño las sabrá bien tomar,
ca delante El será muy cedo a declarar
cómo fizo cada uno: no s' podrá encelar
.

 

LOS ÇINCO SENTIDOS
Non podría yo, Señor, atanto me escusar,
qu
e muchas más non sean mis culpas de contar,
ca los çinco sentidos non devo yo olvidar,
los que por muchas vezes me fizieron pecar.
Caté yo con mis ojos donde fize pecado,
logar do non conplía que me era devedado;
desque visto lo avía, fincava cobdiçiado
de mí, e por conplir lo era yo muy quexado.
Estos fueron comienços, en que Adam pecó:
desque vio la mançana, fermosa l' paresçió,
e luego por talante comer la cobdiçió:
asaz fue virtüoso quien dello se guardó.
Si non viera David a Bersabé bañar,
non muriera Urías, nin fuera él pecar;
si non viera Amnón a su hermana Tamar,
nunca la cobdiçiara, nin la fuera forçar.
Por esto el santo Job a Dios Señor dezía
que con sus ojos mesmos en amistad ponía,
porque de ver la virgen mejor se defendría,
ca todo el mal achaque de allí le desçendía.
Muchas vezes, Señor, algunas cosas vi,
que después con pecado en ellas comedí,
e por ende, Señor, merçed te pido aquí,
que mis yertos perdones, pues los confieso a Ti.

E otrosí, Señor, en el oír pequé,
ca muchas cosas vanas oír las cobdiçié,
donde tomé grant quexa, e mucho trabajé
de fazer algunt yerro a toda mala fe.
En lo que omne oye luego conçebirá
en coraçón rencor, e luego pensará
cómo cunpla talante e nunca catará
que a Ti, Señor, enoja, nin dello curará.
Por mis pecados plógome alguna vez oír
cosas que me fizieron de tu graçia partir,
e luego esforçé mi voluntad conplir:
que nunca lo dexara por yo saber morir.
Oí muchas mentiras con falsa opinión
de fama de mi hermano; luego mi coraçón
creyó lo e afirmó lo, e busqué ocasión
de le traer en daño sin otra conpasión.
Si Judás non oyera, non cayera en error,
nin fiziera tal pleito por vender al Señor,
oyó al falso pueblo, e luego el traidor
cunplió lo por la obra como pudo peor.
Plogo me otrosí oír muchas vegadas
libros de devaneos, de mentiras provadas,
Amadís, Lançalote, e burlas asacadas,
en que perdí mi tienpo, a muy malas jornadas.
Si fazían sermón, oír non lo quería,
diziendo: "Non lo entiendo, que fabla en teología";
e luego yo catava alguna conpañía
do fablase en burlas por pasar aquel día.
Señor mío, acorre, que non puedo contar
a Ti más por menudo en lo que fui pecar;
oí e escuché, e fui por ello obrar
grant daño de mi alma, non lo puedo negar.

Gustar es un sentido do puede, mal pecado,
pecar asaz el omne, si non es avisado;
con aqueste pecado Adam fue mal fadado,
que lo que l' non cunplía quiso aver provado.
Gustó de la mançana del árbol defendido,
gustó tragos de muerte por que fuera perdido,
e perdió a nos otros por ser mal comedido:
mucho mal de tal gusto después nos ha venido.
M
uchos enxienplos destos podría aquí dezir,
quantos mal se fallaron por mal gusto seguir,
mas suso en la gula, lo fuemos departir;
por ende non conviene otra vez repetir.

Tañiendo peca omne, quando toma plazer
en cosas desonestas, que non deve tañer;
e Dios por la su graçia nos quiera acorrer,
ca muchas ocasiones nos fazen ir perder.
En abriendo el ojo e luego lo çerrando,
faze mortal pecado omne non sospechando;
pero buena entinçión lo puede ir salvando,
e por la su sinpleza Dios le irá judgando.
Pero que la sinpleza non sea apartada
de todo bien saber ca sería judgada
por muy grant bestiedat e nesçedad pesada;
mas sea el omne sinple con cordura acordada.

Oler es un sentido, si es desordenado,
que se sigue de él muchas vezes pecado,
si lo faze el omne por ser más abivado
peca en la luxuria, que es grant mal vedado.
Achaques de pecar, por Dios, nunca busquemos,
ca mal pecado asaz conusco nos traemos;
e si con la su graçia dellos nos defendemos,
non tengamos que poco en aquesto fazemos.
Por todo el mundo tienen pecados sus anzuelos,
con que pescan las almas sus llantos e sus duelos;
por do quier que pasamos llenos están los suelos,
que sienbra el enemigo de padres e de agüelos.
 

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