Arrobo |
COMO UN gallo. Se ha puesto la mañana a cantar como un gallo. ¡Como un gallo! y cómo, entre los frutos, reconozco esa mudez plural de los arcanos mayores y menores. Bien quisiera morirme ahora, aquí, porque cantaran también los crisantemos y las sombras y los gusanos más sedosos, junto al riachuelo de mi infancia, muerta en su secreto que es temor y dicha. |
LA MÚSICA del agua desordena sentimiento y razón. Cardos y trojes tumultuosos, blancos. ¡Remolinos entre las sombras de mi desconsuelo! ¡Atado estoy al caz de golondrinas en el rústico ámbito gozoso! y muero, desoyendo las consejas de la luz de algodón y de la grama, cuando me precipito en la existencia ignota y ruidosa.¡Días de muerte, alrededor de salvias y cuclillos! Muero en la negra espuma, como aceña de aturdido girar desesperado cuando, perplejo en el comicio agrícola, busco en el mundo oscuro mi destino. ¡Arriba, abajo, estrellas, crisantemos, rodando en el confín del sol hojoso! Me ahogo entre las yerbas sentenciosas y, fascinado, grito en la estación de ruedas, cereales y planetas. |
Para morir
aquí, he vuelto, Bornos,
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