Casa
pobre, con un cabo de vela encendido en un velador, una arca grande
en medio y, al lado opuesto de las salidas, un armario con puertas;
salen RUFINA y BERNARDO, este a cuerpo y muy elegante.
BERNARDO
Rufina del alma mía,
a quien
adore, a quien amo,
y a quien
para mi mujer
van mis
finezas ganando;
di qué te
ocurre a estas horas,5
que tu
prima me ha avisado
que venga
corriendo.
RUFINA
Oye,
barbero
mío: a mi hermano
le tenemos
persuadido
que anda
duende en este cuarto;10
él, aunque
un pobre pastor,
resiste a
creerlo, y te llamo
para que
tú lo dispongas
de modo
que el insensato
lo tenga
por cierto, y apuesto15
que eres
tan astuto, aguardo
(pues de
quererme te precias)
que lo
emprendas de contado.
BERNARDO
Eso y mucho más haré
por
servirte. Ya he pensado20
modo de
salir con bien
de todo lo
que has mandado.
RUFINA
¿Cómo?
BERNARDO
No ignoras que tiene,
para
vernos y tratarnos,
desde esta
casa a la mía25
paso
oculto aquese armario,
que sólo
sabes tú, y yo;
pues él ha
de ser del chasco
del fac
totum, con la ayuda
de los
vecinos, que al tanto30
me
ayudarán, chito; y todo
déjalo de
mi cuidado,
que quiera
o no, ha de tragar
que hay
duende.
RUFINA
Toma un abrazo,
y si sales
bien de todo,35
te ofrezco
dar otros cuatro.
BERNARDO
Mujer más caritativa
no tiene
el género humano;
más vale
lo que tú das,
que lo que
otras han mandado.40
RUFINA
Oyes, procura andar listo,
que
tenemos convidados
a cenar.
BERNARDO
¿Y quiénes son?
RUFINA El
Paja larga, el soldado,
que ha
venido a ver sus gentes,45
y su
sargento; son guapos
y nos
pueden descubrir.
BERNARDO A
esos más he de asustarlos,
que su
valor es fachenda;
verás qué
función armamos.50
(Dentro
ROQUE.)
ROQUE
Abre, Rufina, esa puerta. (Dando porrazos.)
RUFINA
Ahora estamos ocupados.
ROQUE Pues
me puedes avisar
en
habiendo despachado.
BERNARDO
¿Quién llamará?
RUFINA Qué
sé yo.55
ROQUE
¿Abres? Porque eso va largo,
y me
aprieta cierta cosa,
que ya no
puedo aguantarlo.
(Sale
CIRILA.)
CIRILA
Prima, que tu hermano es ese
que está a
la puerta llamando.60
RUFINA
¿Qué haremos?
BERNARDO
Matar la luz.
(Apagan la
luz.)
Tú, Rufina,
ábrele, y cuanto
haga yo,
lo apoyaréis,
siempre el
intento esforzando.
CIRILA Yo
me escapo (Vase.)
(Dentro
ROQUE.)
ROQUE
¿Abres, hermana? (Dando golpes.)65
RUFINA
Aguardarse, que ya abro.
(Abre y
sale ROQUE de pastor ridículo, con una cachiporra grande alhombro.)
ROQUE Lo
que has tardado en abrir.
RUFINA Por
correr caí un porrazo.
ROQUE
Oyes, ¿y estabas caída
antes de
haber yo llamado?70
RUFINA
¿Por qué?
ROQUE
Porque yo discurro,
que tú
caes a cada paso.
Abujas,
que no es tan tonto (Aparte.)
ROQUE ¿Por
qué no hay luz?
RUFINA Ya
te he dicho
que hay
duende, me la ha pagado,75
y ha ido
mi prima por otra.
ROQUE Ya
me tienes jorobado
con el
duende, y yo no creo
que haya
tales espantajos.
BERNARDO
Aparte, y da a ROQUE.) Ahora lo voy a asustar (80
dándole
dos zurriagazos.
ROQUE ¡Ay,
pobrecito de mí,
que me han
roto el espinazo!
RUFINA
¿Quién te ha hecho mal?
ROQUE Qué
sé yo.
RUFINA El
duende te habrá pegado,85
porque no
lo quieres creer.
ROQUE
(Tira cachiporrazos.)Malditos sean tus brazos.
BERNARDO
Los tuyos.
ROQUE Así
pudiera
darle un
buen cachiporrazo.
BERNARDO
Rufina mía. (Tropieza con ella.)
RUFINA
¿Qué quieres?90
BERNARDO
Dame, puesto que me marcho
a seguir
con lo demás,
otro
abracito.
(La
abraza y ella chilla.)
RUFINA
¡Ay, hermano,
que me ha
cogido a traición
el duende,
y me está abrazando!95
ROQUE
Déjale, que de esos duendes
hay mil
que hagan otro tanto.
BERNARDO
(Da a ROQUE.)Estos van por despedida,
y escapo
por el armario. (Vase por dicho.)
ROQUE ¡Ay,
que me aplastan!
RUFINA No
chilles.100
ROQUE ¡La
serenidad te alabo!
¿Pues,
mujer, no he de quejarme
si me está
a golpes matando?
¿Le has
visto tú alguna vez?
RUFINA
Varias se me ha presentado;105
va
vestidito de abate,
es muy
amigo de estrados,
cortejador
de mujeres
y mueble
desocupado.
ROQUE Pues
con esas circunstancias110
que le has
ido tú pintando
andan en
Madrid más duendes,
que hay
bolsillos acabando,
por la
sombra de abutardas
que los
han ido chupando.115
RUFINA
¿Traes luz, Cirila?
(Sale
CIRILA santiguándose y con un candil encendido.)
CIRILA
¡Qué susto!
el pelo
traigo erizado.
ROQUE No
es novedad, que a tu padre
le sucedía
otro tanto.
RUFINA
¿Qué te ha pasado?
CIRILA
Cien veces120
he
encendido y he atizado
este
candil, y otras tantas
el duende
me le ha matado.
ROQUE En
desgracia estás: ¡que a mí
jamás me
le haya apagado,125
ni me le
apagará!
(Con
disimulo apaga RUFINA el candil que tiene CIRILA.)
CIRILA
Mira
si apenas
lo has pronunciado,
en castigo
de tu culpa,
a obscuras
nos ha dejado.
RUFINA
Cirila, huyamos de aquí.130
CIRILA
Bien decís, Cirila, huyamos.
(Vanse
las dos.)
ROQUE Como
soy que va de veras;
el
sacristán Juan Pelao
es mi
vecino, al instante
voy que
venga a conjurarlo,135
que yo con
mi cachiporra
le ayudaré
por un lado. (Vase.)
(Sale por
el armario BERNARDO y sacará una escopeta.)
BERNARDO
Ya he atisbado que se han ido.
¡Pobre
patán, cuál le traigo!
Mas no han
de parar aquí140
los
enredos de mi chasco,
que a
todos he de poner
tontos y
atemorizados.
(Sale
RUFINA con un candil encendido.)
RUFINA
Dueño mío, ocúltate,
que el
sacristán y mi hermano145
vuelven
para conjurar
casa,
personas y trastos.
BERNARDO
Cuenta, que a nada te asustes
de lo que
veas. Ya pasos
se
perciben, ponte inmóvil,150
como que
estás procurando
encender
con el candil
aquese
trozo de cabo,
que el
velador tiene.
RUFINA
Bien.
BERNARDO
El disimulo te encargo,155
y a Dios,
porque si te ríes,
fue la
tramoya rodando.
(Vase
BERNARDO por el armario. RUFINA se pone en postura inmóvil,
alargando como para encender el cabo que tiene en el velador; salen
roque temblando, con una vela encendida, y el SACRISTÁN con hisopo y
calderilla.)
ROQUE Aquí
en este cuarto anda;
sacristán,
ve conjurando.
SACRISTÁN
En dándole yo dos voces,160
dos pares
de guisopazos
y un exi
foras, verás
que presto
levanta el campo.
ROQUE ¿Tú
tiemblas?
SACRISTÁN
Es el fervor
que me
infunden estos casos.165
¿No ves
cómo está tu hermana?
(Reparan en RUFINA y se acercan a ella.)
ROQUE
¡Parece estatua de mármol!
Mujer,
enciende esa luz,
alarga más
esa mano.
(Toca a
RUFINA y vuelve en sí, y enciende el cabo del velador.)
RUFINA
¡Qué susto! No puedo hablar;170
al
encender (¡oh qué pasmo!)
esa luz,
me quedé inmóvil.
ROQUE Así
se hubieran quedado al apagarla otras muchas
que hay
por el mundo rodando.175
SACRISTÁN
¡Qué temor! Roque, ¿y el duende
adónde se
habrá ocultado?
ROQUE A
ver si está en aquel arca; (Mira el arca y
el armario.)
nada
tiene; en este armario
me
discurro que tampoco.180
Sacristán,
ve conjurando
la casa,
antes que tú y yo
avestruces
nos volvamos.
SACRISTÁN
Ya empiezo; con esas luces
poneros a
mí inmediatos.185
(Se ponen
a sus lados temblando los tres; empieza el conjuro,
echando
hisopadas.)
Duendecillo revoltoso,
con cuyo
genio dañado
andas a
estas pobres gentes
dando
temor, yo te mando,
que a
estos asperques que echo190
marches de
aquí.
(Desde
dentro del armario dice BERNARDO el medio verso siguiente,
disparando a su último verso, por entre la puerta del armario, un
escopetazo a la luz que hay en el velador, de modo que la apague; y
al estruendo, caen en el suelo SACRISTÁN y ROQUE, este
apagando la luz que tiene, el otro tirando el hisopo
y calderilla, y RUFINA con el candil que tiene temblando.)
BERNARDO
(Con voz
grave.)
Ya me marcho;
y porque
no lo dudéis,
así quiero
acreditarlo. (Disparando.)
LOS DOS
¡Ay, que me han muerto!
RUFINA Y a
mí;
iros todos
levantando,195
porque yo
estoy de tal modo,
que creo
que me desmayo.
ROQUE
Sacristán, ¿oíste que dijo
con voz
grave, ya me marcho?
SACRISTÁN
Y qué trueno que pegó 200
al salir
el condenado.
RUFINA La
luz de aquel velador
apagó con
el bombazo;
el candil
colgaré en él
mientras
otras luces saco. (Pone el candil en el velador.)205
SACRISTÁN
Ya no volverá; adiós, Roque,
y avisa si
sientes algo.
RUFINAQue
se quede aquí a cenar,
pues
tenemos convidados.
ROQUE Que
se quede norabuena; 210
ya no ha
des ser más el gasto;
pues donde
cenan ocho,
también
podrán cenar cuatro.
(Sale
CIRILA.)
CIRILA
Roque, Rufina, mirad
que han
venido los soldados 215
ROQUE
Caballeros, adelante.
(Salen
SOLDADO y SARGENTO, muy derrotados de vestido.)
SARGENTO
Sea el Señor alabado.
SOLDADO
Roque querido, hombre, llega,
te daré un
millón de abrazos. (Le abraza.)
SARGENTO
Yo les daré a las patronas 220
cuatro
millones.
(Va a
abrazar a las dos y lo impide ROQUE.)
ROQUE
Despacio,
déselos
usté a mi burra,
que está
allá fuera mascando.
La
cortedad de esta gente
es lo que
yo más alabo;225
a primer
vista se avanzan
hasta lo
más retirado.
RUFINA
Prima, saquemos la mesa,
y todo lo
necesario.
(Sacan
las dos una mesa con manteles, platos y jarro, y ponen
sillas.)
SOLDADO
¿Con qué anda duende en tu casa? 230
SARGENTO
No hay que creer tales disparos.
SACRISTÁN
Si yo le acabo de echar...
ROQUE De
no volver seña ha dado.
SARGENTO Y
si vuelve, de una voz
le
dejaremos temblando.235
SOLDADO
Con los soldados no quiere
andarse a
fiestas el diablo.
ROQUE Pero
con las diablas ellos
suelen
tener buenos ratos.
RUFINA
¿Sacamos la cena?
ROQUE Sí,
240
vamos
todos a sentarnos.
(Se
sientan, y ellas se van.)
SOLDADOS
Sacristán, ¿y Antón cachetes?
SACRISTÁN
Uno le dio el boticario,
que no
volvió a hablar palabra,
y tuvimos
que enterrarlo.245
ROQUE
(Al SOLDADO.) Paja-larga, ¿conque tú
habrás en
la guerra estado?
SOLDADO
¿No he de estar?
Mira el
pescuezo
lleno de
bayonetazos.
ROQUE Sin
ir allá hay infinitos 250
que les
sucede otro tanto.
SACRISTÁN
¡Qué rotos vienen ustedes!
SARGENTO
Esto es de puro balazos.
ROQUE
¡Pues cómo estará el pellejo,
si de esta
forma está el paño!255
(Suena
dentro ruido de quebrarse vidriado, y vidrio; dicen el verso
siguiente RUFINA y CIRILA, muy recio y chillando, y todos se
levantan de la mesa.)
(Dentro
CIRILA y RUFINA.)
CIRILA y
RUFINA ¡Ay, que desgracia tan grande!
SACRISTÁN
¿Qué será aquello?
ROQUE
Acudamos,
que algún
vasar se ha caído,
según el
ruido ha sonado.
(Vanse
todos.)
Salen por
el armario BERNARDO y JUANILLO, tiran en desorden por el suelo
cuanto hay en la mesa, y los asientos, retirando ésta a un lado.)
BERNARDO
Antes que a este sitio vuelvan 260
el jarro,
sillas y platos
en el
suelo esparramemos,
porque
entiendan al mirarlo
que pudo
haber sido el duende
el autor
de tal estrago. 265
JUAN El
juicio se han de volver
cuando
lleguen a mirarlo.
BERNARDO
Di al Blas que salga.
(Sale BLAS
por el armario, cubierto cara y todo con una sábana, y debajo vendrá
vestido de esqueleto; le tienden a la larga en medio del tablado, y
con los manteles (que serán bien grandes) le tapan todo, quedando
extendidos como si estuvieran puestos en la mesa.)
BLAS Ya
vengo
del modo
que me has mandado.
BERNARDO
Pone aquí en medio tendido, 270
y
dejémosle tapado
con los
manteles, y luego
que te
descubran, cuidado
que
ejecutes el papel
del modo
que te he encargado. 275
BLAS
Cuenta si es que me conocen,
y me
revientan a palos.
BERNARDO
No temas; vamos los dos
a
proseguir lo acordado.
(BERNARDO
y JUANILLO éntranse por el armario.)
(Salen
ROQUE y los demás que entraron, y al ver el desorden de los trastos,
se agarran temblando todos.)
ROQUE Cayó
el vasar, y murió 280
una carga
de vidriado,
que valía
treinta pesos.
TODOS ¡Ay,
qué es esto que miramos!
(Reparan y se agarran, como está dicho.)
RUFINA
¡Qué estrago ha habido con todo!
CIRILA El
duende lo habrá enredado. 285
SACRISTÁN
Él me las pagará: ¡ah perro!
ya nos
veremos entrambos.
SOLDADO
Fuera temor, recoger (Temblando lo alzan.)
los
asientos y los trastos.
SOLDADO
Valor todos.
ROQUE Sí,
valor,290
y los dos
estáis temblando.
RUFINA
Señores, ¿qué habrá en el suelo
con los
manteles tapado?
SOLDADO
Que lo mire el sacristán.
(Se
rebulle BLAS.)
SACRISTÁN
¿Yo? Que lleguen los soldados. 295
LOS CUATRO
¡Ay! ¿No veis que se menea?
RUFINA
Cobardes, llegad los cuatro,
y cada uno
de su punta
a un
tiempo podéis alzarlo.
LOS CUATRO
Por mí, valor, y lleguemos; 300
¿qué
diantres habrá debajo?
(Los
cuatro agarran cada uno una punta de los manteles, alzan a un
tiempo, y con prontitud se queda en pie BLAS de esqueleto, dejando
la sábana en el suelo, y los cuatro al verlo se retiran.)
BLAS Lo
que veis.
CIRILA y
RUFINA ¡Jesús, qué miedo! (Vanse.)
SACRISTÁN
Surge, perverso espantajo. (Vase.)
ROQUE
Soldados, si sois valientes,
ahora es
tiempo de mostrarlo. 305
SARGENTO
Yo no riño con los muertos. (Vase.)
SOLDADO
Vengan vivos, y no diablos. (Vase.)
ROQUE ¡Ay,
que me han dejado solo!
BLAS Ven
acá, dame un abrazo.
(Anda
hacia él con los brazos abiertos.)
ROQUE
Usted me de su licencia, 310
que yo no
abrazo a los machos.
BLAS Si no
quiero que te vayas.
ROQUE
¿Tenéis que mandarme algo?
BLAS Trae
hisopo y calderilla,
y vuelve
aquí de contado, 315
asistirás
a mi entierro,
que le
están ya preparando.
ROQUE
Usted será el primer muerto
que se va
a la tierra andando.
Voy por
ella. ¡Ah, duende infame, 320
qué sustos
que me has dado! (Vase.)
(Sale
por el armario JUANILLO y BERNARDO; este saca en la mano una peluca
y casaca de militar ridícula, y el otro una hacha encendida; salen
todas y todos los demás hombres de la compañía; llas de viejas con
basquiña, manto, anteojos, pañuelo por la cabeza y muletilla;
BERNARDO, JUANILLO y todos los demás de sacristanes, con bonetes
ridículos, y unos y otras sacan una cerilla apagada, y ponen a BLAS
la casaca y peluca, de modo que parezca un esqueleto de militar,
dándole JUANILLO el hacha que saca; y para más desfigurarse los
hombres sacarán bigote y perilla pintada o postiza.)
BERNARDO
Vamos afuera corriendo,
y a
Blasillo irle encajando
la casaca
y la peluca;
y todos a
sus dos lados, 325
encendidas
las cerillas,
nos
quedaremos formados.
TODOS
Encendamos.
(Encienden, apagan el candil y se ponen a los lados de BLAS.)
JUAN Toma
el hacha.
BLAS ¡El
diantre de este Bernardo!
BERNARDO
Cuenta con matar las luces 330
a su
tiempo, y escaparnos.
TODOS Está
bien.
BERNARDO
Serios y graves,
que se
escuchan cerca pasos.
(Sale
ROQUE con hisopo y caldera, y al verlos se llena de temor.)
ROQUE Ya
vengo... ¡Pero qué miro!
¡Válgame
todos los santos 335
que hay en
el Cielo, y la tierra!
Ya está el
entierro formado;
¡y qué
cuadrilla de brujas
y de
cuervos enlutados se han juntado en un instante 340
para ir al
muerto alumbrando!
¡Qué es lo
que me pasa!
BLAS
Llega,
nos irás
acompañando.
ROQUE ¿De
qué puedo servir yo?
BLAS De ir
el réquiem entonando. 345
ROQUE
(Aparte.)De ver con peluca el muerto
me estoy
de risa rajando.
BLAS ¿De
qué te ríes?
ROQUE Me
río
de verle a
usted tan profano.
TODOS
¿Empiezas a cantar?
ROQUE Ya
350
voy, como
sepa, empezando.
BLAS Hacer
el coro unos y otros,
y vaya el
entierro andando.
(Dan
todos una vuelta al tablado en forma de entierro; delante ROQUE con
hisopo y caldera; todos y todas a los lados de BLAS alumbrando,
siendo él el último, muy tieso y grave con el hacha en la mano; y
cantan en tono de entierro.)
ROQUE ¿Qué
hacen la mayor parte de los que heredan?
TODOS
Renegar cuando el muerto poco les deja. 355
ROQUE ¿Por
qué lloran las viudas dando chillidos?
TODOS
Porque antes no enterraron a sus maridos.
(Se paran
todos, vuélvese ROQUE de cara a BLAS, y echando hisopadas dice, como
en ofertorio.)
ROQUE Dios
me dé salud.
TODOS Y
todos también.
ROQUE
Dinero y descanso 360
tengamos.
TODOS
Amén.
(Vuelven
a andar y a cantar.)
ROQUE ¿Por
qué van a los duelos tantas visitas?
TODOS Por
refrescar de balde los nueve días.
ROQUE ¿En
qué para el entierro más bien formado?
TODOS En
volverse, como este, broma y fandango.365
(Toca
fandango la orquesta; echa a bailar ROQUE, tirando hisopo y caldera;
apagan a un tiempo todas las luces que tienen, quedándose a
obscuras; vanse entrando por el armario, y estando todos dentro cesa
el fandango, dejando de bailar ROQUE; y los versos siguientes los
dice despacio, para dar lugar que se muden ropa los que se han
entrado.)
ROQUE Vaya
que en medio de ser
Tan
revoltoso este trasto
de
Martinito, hace cosas
de risa; a
la gente llamo:
vecinos,
Rufina, nadie 370
me
responde, y se ha quedado
esto en
silencio, y a obscuras.
¿Si habrán
al muerto enterrado?
¿Si me
agarrará? ¿Qué haré?
Muy
queditito me marcho 375
por una
luz, y así a todos
los cogeré
descuidados. (Vase a tientas.)
(Salen
por el armario BERNARDO, JUANILLO y BLAS en traje de
zapateros;
saca cada uno su esportillo, banquillo, y un parche
grande en
un ojo; poner en el velador un cabo encendido que sacan, y se
sientan a coser zapatos, muy disimulados.)
BERNARDO
Ahora ha de ser la función,
cuando
mire trasmutado
el
entierro en zapateros. 380
Chicos,
sentarse, y cosamos.
JUAN Y
ahora es cuando nos conocen,
y tuvo fin
el engaño.
BLAS No lo
creas, que estos parches
nos tienen
desfigurados.385
BERNARDO
Callar y coser, que vuelve
el pobre
Roque temblando.
(Sale
ROQUE.)
ROQUE Si
el muerto estará... ¡Ay, qué veo! (Con luz
y se asusta.)
¡Qué
hechicería! ¡Qué espanto!
Tienda de
zapatería 390
se ha
convertido mi cuarto.
JUAN Primo
de toda mi vida.
(Se
levantan y le abrazan.)
BLAS
Abrázame concuñado.
BERNARDO
¿Es hora de que te vea,
apreciadísimo hermano? 395
ROQUE
Hasta ahora yo no sabía
que tengo
parientes diablos;
bien que
diablos y parientes
es uno por
lo arrimado.
BERNARDO
¿Cómo en presidio te ha ido? 400
ROQUE Si
yo en presido no he estado,
(borrachos
están los tuertos).
JUAN ¡Qué
barbazas!
BLAS ¡Y
qué flaco!
ROQUE Dios
mío, ¿a que me hacen creer
que en
otro me he transformado? 405
BERNARDO Y
trae un zapato roto.
ROQUE
Señor, si son nuevos ambos.
BERNARDO
Sí yo veo más que tú;
compañeros, agarrarlo,
se le dará
una puntada, 410
para que
no le entre el barro.
(Le
agarran y chilla.)
ROQUE Que
no quiero.
BLAS
Chito, digo,
ponga el
pie sobre ese banco,
que presto
se acabará.
ROQUE
Rufina.
BERNARDO
Vamos callando, 415
que aquí
se cose ligero;
zas, y ya
estás despachado.
(Han
arreglado BLAS y JUANILLO a ROQUE, le han hecho poner el pie sobre
el banquillo que sacaron; BERNARDO ha tomado un martillo y una lesna,
y le clava la punta del zapato contra el banquillo; ROQUE chilla y
anda a la pata coja con el banquillo prendido al pie; apagan la luz
que hay en el velador y se entran los tres por el armario.)
ROQUE ¡Ay,
que me han pasado un pie!
BERNARDO
(Aparte, y vase.) Matar esa luz, y vamos.
ROQUE
¡Quién me socorre! Rufina, 420
ven,
porque estoy enlesnado.
(Sale
RUFINA con la luz, que pone ne la mesa, y llega a quietarle la lesna.)
RUFINA
¿Qué tienes?
ROQUE Saca
esta lesna
con que
estoy aquí clavado.
RUFINO
Dura está, mas ya salió.
ROQUENo
ves, cojo me han dejado. 425
RUFINA
¿Quién te ha puesto así?
ROQUE Esos
perros...
(Vuelve
a buscar los zapateros y, al no verlos, se santigua.)
pero
ninguno ha quedado;
Dios sea
conmigo, abrenuncio.
RUFINA ¿De
qué te santiguas tanto?
¿Has visto
al duende? 430
ROQUE El
infierno discurro
que se ha
mudado
en esta
casa; ¿y los otros
que
estaban de convidados?
RUFINA Se
fue por la chimenea 435
la cena,
conque asustados,
se
marcharon dando gritos,
medio
muertos y asombrados.
ROQUE Yo
voy a dar cuenta al cura,
porque
venga a remediarlo. 440
RUFINA Y
yo a hacer unos torreznos,
Pues se
desgració el guisado. (Vase.)
ROQUE ¿Qué
haré? Si voy, dejo sola
a Rufina,
y ese andrajo
de foleto,
me parece 445
(según yo
tengo notado)
que a ella
la suele abrazar
mientras
me da a mí de palos;
Roque,
mudemos de intento,
en aquel
arca me zampo, 450
y por el
grande agujero
de la
cerradura, trato
mirar todo
cuanto pase;
abro la
tapa y me encajo.
(Métese
en el arca y, por el agujero de la cerradura, que será grande,
atisba. Sale RUFINA mirando a todas partes y se va acercando al
armario.)
RUFIN A
Solo está todo, ya creo 455
que habrá
marchado mi hermano.
ROQUE No
tan lejos que no pueda
en tono de
estar jugando
encararte
encima un terno
de cuatro
mil garrotazos. 460
RUFINA
Quiero al armario llegar, (Habla quedo.)
y llamar a
mi Bernardo.
ROQUE ¿Qué
irá al armario a buscar,
que tan
quedo va llegando?
RUFINA
Abro y llamo, ¿duendecito? 465
ROQUE ¡Qué
oigo! Por Dios que ha llamado
al duende;
ojos y oídos,
aquí es
menester rasgaros.
RUFINA¿No
me oyes, duende?
(Sale por
el armario BERNARDO en su vestido natural de barbero.)
BERNARDO
Bien mío,
aquí estoy
a tu mandado. 470
ROQUE ¿Qué
es los que ves, Roque? El duende
es el
barbero. ¡Ah malvado!
Yo te
aseguro que salgas
más ligero
que has entrado. BERNARDO ¿Conque tu hermano está lelo? 475
RUFINA Le
tienes medio atontado.
ROQUE
Callar, que ya lo veréis,
pues voy
el juicio cobrando.
BERNARDO
Oyes, que nunca le digas
que yo he
sido el de estos chascos. 480
ROQUE Ya
lo sé, rapa quijadas;
muy tarde
viene el encargo.
BERNARDO
¿Dónde está ahora?
RUFINA Ha
salido;
no vivas
con sobresalto.
ROQUE A
saber él que aquí escucha, 485
no
estuviera tan despacio.
BERNARDO
Todo estoy lleno de polvo
de andar
saliendo y entrando.
ROQUE Y yo
también.
BERNARDO
Yo prometo
de
sacudírosle a entrambos. 490
RUFINA
¿Cuánto me quieres, barbero?
BERNARDO
Más que a un día de descanso.
ROQUE Pues
a ti en el que estás
será de
muchos trabajos.
RUFINA ¿Y
te casarás conmigo?495
BERNARDO
Te daré palabra y mano.
RUFINA Así
hubiera aquí un testigo
para más
asegurarlo.
(Sale
ROQUE del arca, dejándola abierta, y al verle, se separan las manos;
ROQUE corre detrás de ellos dándolos con los mata pecados.)
ROQUE Aquí
estoy yo, si es que sirvo,
infames,
picaronazos;500
todo lo sé
ya.
RUFINA
Escapemos,
que este
negocio va malo. (Vase.)
ROQUE Algo
peor se ha de poner
si a
jurisdicción te agarro;
tú dices
que tienes polvo, 505
así te lo
iré quitando. (Dale.)
BERNARDO
Que soy espíritu, tente,
o te
confundiré.
ROQUE
Palo,
que si no
te vuelves aire,
has de
salir mal librado. 510
BERNARDO
Aquí me zampo.
(Entra en
el arca, y ROQUE cierra y se sienta encima.)
ROQUE
Cogite,
y encima
estaré sentado
mientras
te curo la alorre,
pues ya te
tengo atrapado.
Soldados,
vecinos, todos 515
venid, que
tengo encerrado
al duende
que nos tenía
llenos de
temor y espanto.
(Salen
CIRILA, SOLDADO, SARGENTO y SACRISTÁN con escopetas.)
LOS CUATRO
¿Dónde está el duende?
ROQUE
Metido
en este
arcón.
SOLDADO
Quita a un lado, (Apuntando al
arca.)
520
le
encajaré un par de balas.
SARGENTO
Apártate, que disparo.
SOLDADO
Desvía, porque le tiro.
CIRILA
(Aparte.)¡Ay barbero desdichado,
muy
apretado te veo, 525
si el
Cielo no hace un milagro!
LOS TRES
Muera.
ROQUE
Vamos poco a poco, (Bájase del arcón.)
porque yo
quiero sacarle,
para que
todos le vean,
antes del
asesinato. 530
SARGENTO
¿Y si se convierte en mosca?
SOLDADO ¿Y
si se vuelve vilano?
SARGENTO
Roque, que se ha de escapar.
ROQUE ¿Qué
se ha de escapar? Ya abro.
LOS TRES
Valor, y apuntemos.
(Apuntan temblando y saca ROQUE a BERNARDO.)
ROQUE
Duende, 535
alarga acá
esas dos manos,
y sal
fuera.
BERNARDO
Ya obedezco;
ahora
cuanto pequé pago.
SOLDADO y
SACRISTÁN Este es Bernardo el barbero.
SARGENTO
Yo no entiendo de Bernardos; 540
di si eres
barbero o duende,
o te tumbo
de un balazo. (Apuntándole.)
BERNARDO
Tenga usted, señor sargento,
que el
barbero soy; yo amo
a la
hermana de Roquillo; 545
me
persuadió que a su hermano
le hiciera
creer que había duende
en su
casa, y ese armario,
que tiene
paso a la mía,
modo me ha
facilitado 550
para hacer
tantos enredos;
y así, mi
Roque, postrado (Se arrodilla.)
de todo
perdón te pido,
y que
seamos cuñados.
(Sale
RUFINA.)
RUFINA Y
yo lo propio, hermanito; 555
no te
muestres agraviado.
ROQUE
Barbero, levanta, y Dios
haga a
entrambos bien casados,
que
siempre duende, o fantasma
para en lo
que esto ha parado. 560
TODOS Viva
Roque.
ROQUE ¿Y
quiénes eran
los que al
enredo ayudaron?
(Salen
todos.)
TODOS Los
vecinos.
ROQUE Dios
permita,
por el
susto que he pasado,
que bailes
de noche y día 565
siglo y
medio sin dejarlo.
SACRISTÁN
Amén, que al sacristán toca
responder
en estos casos.
SOLDADO Y
finalizando aquí
el
pensamiento...
TODOS
Postrados, 570
perdón y
aplauso pedimos
a nuestros
apasionados.
FIN