Amanecí con ganas de besar a todos los hombres, de perpetuar boca a boca la belleza del fuego, de transpirar el universo del Yang, de impregnar la tierra de un hechizo afrodisíaco, de amarrar todas las razas a mi espalda. Desempolvaré con el cabello sus rastros hasta encontrar mi rostro, eterna devoción de escudriñarme. Búsqueda inversa en el lúcido vértigo: mi lengua resplandece en el deseo. |
Soy un árbol seco:
la savia se consumió en mí.
No siento siquiera al viento,
las aguas son historias no contadas.
Caída estoy antes que mis hojas,
santuario de un cuerpo flagelado.
Absorta en el dolor vegetal:
¿por qué me has abandonado? |
ANSIEDAD |
HOGUERA
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