Y un día conocí a alguien que supo encaminar el curso de las emociones que por la sangre de mis venas fluía...
Y decidí entregarme a ese espíritu herido de vida que en el fondo era la mitad del alma mía...
Y juré proteger esa imagen de ternura y el común reflejo de melancolía que, con su sonrisa de amargura, tras sus infantiles ojos escondía...
Y pensé, ¿Qué mejor compañía que su mirada, sus palabras y sus manos como guía para cruzar, quebrándonos el alma, este tenebroso y negro océano que algunos ignorantes llaman vida?
Y aún pensé, ¿Cómo pueden dos corazones latir al mismo son? ¿Por qué pueden nuestras dos almas crear una única e idéntica emoción? |
Égira trágica en duelo magnánimo descubro.
Entra, arde en miedo, vuela y olvida.
Quedo débil, creo, mas no, procuro atraer tu atención.
Débil sí.
Pero he oído llorar al violín y su dolor me recordó el mío.
He visto caer al gorrión y su vuelo desesperado trazó en mí un quejido.
He recorrido valles y caminos y sólo versos de mi mano no han huido.
Ahuyento entes de risas ensordecedoras, magma de prisiones... derruido.
Succiona el ojo podrido y como bestia muéstrate. Subyuga a tu voluntad la cordura del demente. |
Aún se me nublan, desérticas, las pupilas al eclipsar el zafiro de tu raza con la nostalgia que tu ausencia me destila.
Aún orillo la saliva de tus besos en mi mordaza y libo en el recuerdo de tus labios mi derrota, océano eviterno de mis pústulas y tu melaza.
Aún te alegorizo verso a verso, nota a nota, en epigramas, apneas, llantos y canciones por distraer el titubeo de mi alma rota.
¿Cómo el requiebro de los ciclones despertó huestes robustas? ¿Cuándo ígneos los tifones tronaron marejadas justas?
Aún extraño la sima sacra de tu rosa, la hoguera entre rubores de tu piel y el ornato recio de tu esencia victoriosa.
Y no me rindo, no me bastan pluma y miel para zafarme de este cataclismo. ¡Ay infortunio, dolor macilento que te torna invisible espejismo!
Yo que profané cosmos y firmamento por consagrarte el alma y su abismo, viví en tu latido y muero en su viento. |