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Hermosa zaragozana

Sólo morir es librar

Villancico

Canciones

 

 

 

 

 

 

 

Pedro
Manuel
Ximénez
de Urrea

 

 

 

 

 

 

HERMOSA ZARAGOZANA

Tus beldades me cautivan,

que te veo muy lozana,

hermosa zaragozana.

  Con gran placer y alegría

tan grande gracia retoza,

pues en toda Zaragoza

no hay tu par en lozanía.

Eres linda en demasía;

ninguna zaragozana

no puede ser más lozana.

  Con tu saya la amarilla

y tus chapines pintados,

a todos das mil cuidados,

de nadie tienes mancilla.

La sortija y la manilla

te hacen ir muy lozana,

hermosa zaragozana.

  Vas, estirada la zanca,

con largo y justo calzado

y tú bailar mesurado

gran sobra de tierra atranca.

Tan colorada y tan blanca

como una linda manzana,

hermosa zaragozana.

  Sales tan chapa dorada

cuando sales los domingos

haciendo dos mil respingos

que turbas la garsinada.

Haces tú con tu bailada

la sonada más galana

hermosa zaragozana.

  bailas con tale antojos

cuando en el mandil te tocas,

que te miran con las bocas

abiertas como los ojos.

tú quitas todos enojos

con tu vuelta tan liviana,

hermosa zaragozana.

 

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SÓLO MORIR ES LIBRAR

Pues ni ganar ni perder

 puedo,  sin desesperar,

mas sin duda puedo ver;

que a mi justo padecer

sólo morir es librar.

Que el que ama y nunca olvida

la pena lleva sobrada:

es mejor a la tal vida

la muerte que es muy querida

que la vida desastrada.

Pues no se puede perder

el dolor sin acabar,

muy sin duda puedo ver,

que a mi justo padecer

sólo morir es librar.

 

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VILLANCICO POR DESHECHA

Amor, pues me tienes preso,

di el porqué,

que yo, triste, no lo sé.

Di por qué me das tormento,

pues que digo la verdad,

y es que mi gran voluntad

nunca hizo mudamiento.

Fatigas mi sentimiento,

di el porqué,que yo, triste, no lo sé.

 

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CANCIONES

I

Mis ojos ciegos d’amaros

del mal de absencia y quereros,

cuando va para adoraros,

con la gloria de miraros

cobran vista para veros.

Esles tal dolor amar,

sin ser queridos querer,

ciegan viend’os enojar,

miran para no mirar,

van a ver para no ver.

Sin ser amados amaros,

no queridos y quereros,

no enojados y enojaros:

con la gloria de miraros

cobran vista para veros.

II

A la muerte que es tan fuerte

tengo yo por muy querida;

que todos la llaman muerte,

yo sólo la llamo vida.

Todos huyen de querella,

yo me allego por amalla,

mas ella conmigo calla,

y todos hablan con ella.

Que tanto quanto es más fuerte

es por más buena tenida;

yo sólo la llamo vida.

III

¡Ay de mí, por bien quereros!

¡Ay también si no os quisiera!

¡Ay de quien libre estuviera!

¡Ay de quien vive sin veros!

¡Ay de aquel que os quiere ver!

¡Ay, pues tiene gran pasión!

¡Ay pena en el coraçón!

¡Ay dolor en el querer!

¡Ay de quien quiere quereros!

¡Ay también si no os quisiera!

¡Ay de quien libre estuviera!

¡Ay de quien vive sin veros!

 

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