SÓLO
POR HOY
Tengo menos compasión
que gato hambriento.
La visión y el contacto
con las bestias
o con hombres que se comen entre ellos de un bocado
es belleza de fuego.
El tocarlo todo
medirlo con vara del infierno,
desear las piernas ajenas, la boca del otro,
los muslos, el gemido, el fondo oscuro de las cosas.
Y no hablo de calmar
esas bestias;
lejos de mí, tal vez,
hable del silencio como un animal que persiste en el centro de la
casa,
brutal casi
ebrio. |