(segunda mitad del XIX)
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DE LO QUE FALTA Y SOBRA EN ESPAÑA ORADOR, MATEMÁTICO Y POETA |
Yo salí de mi lugar para Madrid cierto día, a ver si llevar podía algo nuevo que contar; sólo vi desamparar los frailes sus monasterios. Unos tristes, otros serios, otros llorando y diciendo: Por lo que aquí vamos viendo, murió nuestra ostentación Kyrie Eleyson. Los gerónimos glotones decían con gran tristeza: Nuestro regalo y riqueza, haciendas y posesiones, conveniencias, diversiones de Escorial, Prado y Granjilla, convento, coro y capilla ya murieron de repente; pero lo que más se siente, que han muerto sin confesión Kyrie Eleyson. Los Basilios reverendos, Mercedarios y Agustinos, irán por varios caminos diciendo muy impacientes: Ya acabaron los presentes de tabaco y chocolate, bizcochos y piñonate, empanadas y otras cosas que nos daban muy gustosas las hijas de confesión Kyrie Eleyson. Los de San Juan de Dios todos prácticos en cirugía, iban diciendo aquel día: Ya caímos en los toldos; murieron todos los bobos, las unuras peregrinas y las famosas propinas que teníamos de varios, por hacernos secretarios de su buena o mala unión , Kyrie Eleyson. Los Trinitarios logreros, los mínimos y menores, como sin ser labradores tenían trigo y dinero, decían: Nuestro granero y comercio venturoso, bien refectorio y reposo que nuestro bien acrecienta de una gran relajación Kyrie Eleyson. Iban con los Dominicos los Escolapios diciendo: Vaya este azote tremendo por los que llevan los chicos; ya de los pupilos ricos las dádivas y favores que, por sufrir sus rudezas y honrar sus detentaciones, nos llevaban a montones, murieron a tenazón, Kyrie Eleyson. Los Franciscos pordioseros decían: Ya de la hermana la limosna de la lana, huevos, tocino y cordero, que con tan crecido aumento entraba en nuestro convento, para poder conservar el vivir sin trabajar, murieron de un empellón, Kyrie Eleyson. Los Carmelitas austeros, en confesar cuidadosos, al tiempo que religiosos ser en Madrid taberneros, decían: Ya los dineros que se ganaba en aumento con vino para el convento y agua para la taberna, murieron de fiebre interna por falta de curación, Kyrie Eleyson. Había de trecho en trecho muchos viéndolos pasar; unos decían «bien hecho»; otros, «muy mal ordenado»; dijo otro, muy enfadado: «Está muy bien merecido a todos los de esta unión y tiene siempre por cierto que la Religión ha muerto por falta de Religión» Kyrie Eleyson ... |
DE LO QUE FALTA Y SOBRA EN ESPAÑA Falta amar al Rey de Reyes; faltan actos de heroísmo; falta respeto a las leyes, y sobra favoritismo. Faltan empresas grandiosas; faltan discretas acciones; faltan almas generosas, y sobran muchos ladrones. Faltan amigos leales; faltan píos sentimientos; faltan virtudes morales, y sobran Ayuntamientos. Falta verdad y buen trato; faltan sanas voluntades; falta un gobierno barato, y sobran Autoridades. Falta en la Nación crear colegiados Tribunales; falta también minorar los trámites procesales. Sobran muchas influencias; sobra a veces el traslado; sobran algunas sentencias, y sobra el papel sellado. Faltan de la patria amante faltan probos Regidores; faltan sabios Gobernantes, y sobran Gobernadores. Falta a la industria ganancia; faltan al pueblo doblones; al campo falta abundancia, y sobran contribuciones. Falta completa salud; falta a la muerte un estorbo; falta la paz y quietud, y sobra el cólera-morbo. Faltan remedios seguros para reumas y catarros; faltan también vinos puros, y sobran malos cigarros. Faltan talentos juiciosos, y faltan economías; faltan genios estudiosos, y sobran palabrerías. Faltan sabios en Hacienda; falta una docta cabeza; falta en los agio enmienda; falta en la cuentas pureza. Sobran sueldos y empleados; faltan balas y fusiles; sobran pleitos y altercados, y sobran intrigas miles. Falta lo que más recrea; falta lo que es necesario; falta lo que se desea, y sobra lo innecesario. |
Soñaba Montpensier, alborozado, que España la Corona le ofrecía y postrada a sus pies le prometía aceptar su dominio con agrado. Soñaba, por supuesto, entusiasmado, que el buen Napoleón se callaría, que el rey de Portugal bostezaría y que a Roma agradaba su reinado. Soñaba muy gozoso don Antonio y al despertar de sueño tan profundo, se encontró sin ser rey; diose al demonio y, lanzando un refrote tremebundo dijo a su camarero: ¡Ay, Celedonio, así pasan las glorias de este mundo ... ! |
¿Qué es lo que pasa en Madrid? ¿En Madrid? ... apenas nada, a no ser los mil apuros que el pobre gobierno pasa. Quiere que pase su rey , porque teme que pasada la proporción del momento, quede el rey hecho una pasa. ¡Y es un paso tan pesado el que ha de dar su italiana Majestad, pasando el trecho que de Madrid la separa! ¿Por dónde puede pasar sin que le pasen las ganas de pasar de duque a rey, pasando de Italia a España? ¿A qué muelle pasará desde su regia fragata, sin que sus hijos le jueguen alguna mala pasada? «Pese a quien pese que pase», grita Prim, y todos callan, y para salir del paso por todo las Cortes pasan. Pasan por firmar sumisas autorizaciones tantas, que hasta se pasman en Rusia de lo que en España pasa. Pasan. .. ¿pero a qué cansarme pasando revista lata de lo que pasa, si todo se hallará en la historia magna, que ahora paso a continuar, cumpliendo así mi palabra? Pues debo unas aleluyas cuenten ellas lo que pasa. |
ORADOR, MATEMÁTICO y POETA ... Orador, matemático y poeta. Él sirve para todo y todo ha sido, ya que suene su nombre decidido, sólo el desdén del público le inquieta. Su fe en la libertad es tan secreta que ni él mismo tal vez la ha conocido; mas a una trenza incombustible asido tocó algún día del poder la meta. Aun cuando el drama con exceso adora, y, por costumbre, si a escribir se mete, víctimas y más víctimas devora, aunque la raza exterminar promete. En la escena política hasta ahora no ha pasado un instante del sainete.
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El que demócrata ayer, sin mote y sin apellido, se afanaba al parecer, por recobrar lo perdido; y hoy que alcanza beneficio en la mudanza, sirve al trono restaurado para restaurar la panza, un embolado. El endiosado tribuno que todo al pueblo lo debe y que sin reparo alguno a desdeñarlo se atreve; y asegura, pues aplausos le procura, que por la fusión mandado goza el país de ventura, un embolado. El que en la sombra se agita y patrio fuego le abrasa, pero entre tanto, hormiguita, llena de trigo su casa, y la paciencia, atento a su conveniencia, predica al desheredado que odia la benevolencia, un embolado. El que ha tiempo en el país perdió todo su prestigio y ocultar la flor de lis quiere bajo el gorro frigio; el que, impaciente, porque intentó vanamente echar a su jefe a un lado, es con Sagasta clemente, un embolado. El que en la calle y en plaza predicó la insurrección, y de joven metió baza en toda revolución; si hoy se inclina del lado del que domina, y al renegar del pasado la demagogia abomina, un embolado. Y, en fin, el que a toda hora que le oigáis decir anhela que la república adora y su triunfo le desvela; que si tierno, trata con mimo al Gobierno que su sueldo ha respetado le execra en su fondo interno, un embolado. PULSA AQUÍ PARA LEER POEMAS SATÍRICOS |